Exposición
Botero revisita su obra en Bilbao
El artista colombiano muestra 79 pinturas de su colección particular, que resumen su trayectoria, sus inquietudes y sus grandes pasiones.
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El artista colombiano Fernando Botero exhibe en el Museo de Bellas Artes de Bilbao 79 pinturas de su colección particular que resumen tanto su trayectoria, sus inquietudes y grandes pasiones.
La muestra llega a Euskadi después de que el 20 septiembre se instalara en la Gran Vía de Bilbao un enorme caballo de bronce, de tonelada y media de peso, de Botero, con lo que son 80 las obras escogidas para esta retrospectiva del artista, que coincide en número con los años que cumple él en 2012.
Se trata de una versión más amplia de la que se ha exhibido en México, donde recibió cerca de 250.000 visitantes.
De estilo personal inconfundible por sus colores intensos y las formas muy marcadas y voluptuosas de sus personajes, este artista ha logrado hacer una crítica a la vez mordaz e inocente tanto de asuntos sociales como de problemas políticos de la actualidad internacional.
Las pinturas se exhibirán hasta enero distribuidas por temas, de manera que los primeros cuadros se corresponden con la etapa inicial de su formación después de que en 1948 comenzara su andadura profesional, cuando aún no tenía un lenguaje visual propio y en sus cuadros se perciben influencias de otros artistas.
A continuación, la muestra recoge temas de Latinoamérica, con recuerdos de infancia, celebraciones tradicionales y una critica política a la violencia que ha sacudido Colombia en las últimas décadas.
Otra sala agrupa retratos sobre personajes religiosos y protagonistas del mundo del circo, presentados con mucho humor, y también han viajado a Bilbao algunas de sus versiones de retratos de grandes maestros de la historia del arte. Botero también refleja con rabia los horrores de la guerra y condena la tortura en un tríptico que ha dedicado a la cárcel iraquí de "Abu Ghraib".
Asimismo, los visitantes de la exposición podrán percibir la pasión del artista por la tauromaquia, mientras que la última sala está dedicada a sus bodegones.