Entrevista
Asier Altuna: '‘Amama’ no deja indiferente a nadie'
Natxo Velez | eitb.eus
Después de estrenarse en la última edición del Zinemaldia, “Amama”, el más reciente largometraje de Asier Altuna, llega hoy a los cines. Hemos hablado con el director bergararra sobre su obra.
Las puertas de las salas comerciales de cine se abren hoy para ?Amama?, nuevo trabajo del realizador Asier Altuna (Bergara, 1969). Tras contender en la Sección Oficial del pasado Festival de Cine de San Sebastián, la preciosista y simbólica obra de Altuna pasa a engrosar la oferta de la cartelera.
Apoyada sobre una base que soporta una dura pugna, el encontronazo entre el modo de vida tradicional ligado a los caseríos y una mirada más moderna del mundo, esta ?historia familiar?, este sugerente film, que cuenta con la participación de ETB y que dejó buen sabor de boca en su paso por el festival de la capital guipuzcoana, se somete ahora al escrutinio del público.
Antes del estreno, hemos querido charlar con su director, Asier Altuna, sobre ?Amama?.
?Amama? presenta en primer plano la colisión entre el mundo del caserío y el ecosistema urbano, una pugna entre el pasado y el futuro, pero sobra decir que es mucho más que eso. ¿Qué encontrará el espectador en la película?
?Amama? es una historia familiar ambientada en el mundo rural. Se trata de la ruptura de una familia tradicional enmarcada en nuestro contexto actual.
Las cargas que la realidad del día a día hace soportar a cada uno de los personajes imposibilita la comunicación entre ellos. ¿Qué nos lleva a ese estado de incomunicación en el que vivimos? ¿Qué es lo que nos imposibilita empatizar con el prójimo?
Las personas que conviven bajo un mismo techo pueden llegar a vivir realidades muy diferentes. Cada uno se posiciona en el mundo a su manera, y, muchas veces, esa posición no tiene nada que ver con la del de al lado. Es normal que se dé la incomunicación en esos escenarios.
La vida cambia a tal velocidad hoy día, que las maneras de comunicarse también son muy diferentes.
Uno de los rasgos más notables de la película es la convivencia en la historia de realidad y fantasía. ¿Cómo has hecho confluir el plano real, narrativo, y todo lo relativo a un mundo más lírico y onírico?
El primer paso que di para que imágenes tan diferentes convivan en la película fue definir a Amaia, la hija, como una artista visual que trabaja con imágenes experimentales. Pensé que a través de su trabajo esa imaginería surrealista y simbólica que tanto me gusta entraría de una manera muy natural. De todas maneras, a la hora de rodar era consciente de que sería más tarde, en el montaje, cuando finalmente decidiría qué peso tendrían esas partes experimentales dentro de la narración.
Realizamos unas grabaciones espectaculares con una cámara de Super 8: fue un placer absoluto poder trabajar casi sin guion, con un equipo reducido, libre, escuchar ese bello soniquete que produce la cámara de Super 8. Estábamos haciendo cine de verdad.
Esas partes rodadas en Super 8 dotaron, además, de un espíritu muy libre al montaje. Podíamos romper una narración muy bien estructurada: la película estaba viva y esas partes experimentales fueron encontrando su sitio en la película.
Y llegó el día en el que encontramos el equilibrio: los fragmentos oníricos comenzaron a contribuir a la narración. Es un momento muy bonito cuando cada parte de la película cobra sentido gracias a la intuición. Es mágico.
"Suprimir, más importante que añadir"
La parte no textual, la que va más allá de los diálogos entre los personajes, el contexto, goza de mucha importancia en la historia: la música las miradas, esos silencios que tanto dicen sobre todo en el caso de la amama -siempre presente- y del padre? ¿Cómo trabajaste esa parte?
La herramienta más importante para hacer una película es el guion, pero el guion no se escribe solo ante el ordenador, hasta que montas el último plano estás escribiendo el guion. A la hora de escribir una película, quitar es más importante que poner.
Para empezar, añades muchas cosas a la historia: acciones, diálogos, información?. Es cuando la historia ya te gusta cuando comienza a desarrollarse el cometido más importante de un guionista: has de empezar a quitar. Primero suprimes información o, mejor dicho, sobreinformación, pues la información se puede dar de muchas formas en una película: con el sonido, con las imágenes, con una mirada?
Y, finalmente, en montaje dejas solo aquello que consideras necesario. Ahí reside, en mi opinión, el secreto del cine. Por eso he hecho al final una película basada en las imágenes, porque me he tomado muy en serio ese proceso de supresión.
El humor se abre paso en la historia, sobre todo a través del personaje que interpreta Ander Lipus. ¿Qué papel juega el humor para ti a la hora de contar historias?
El cine es un reflejo de la vida, y muchas veces la realidad rebosa humor; por ello, es normal que existan en el cine secuencias que arranca una sonrisa o una carcajada.
En el caso de ?Amama?, el humor lo pone el personaje de Xabier, muy bien dibujado y muy bien interpretado por Ander Lipus, sobre todo porque vemos que ese personaje que al principio nos resulta gracioso tiene capacidad de poner las cosas en su sitio: esa evolución es muy hermosa.
Además, si te has reído con él, como para ti se trata de un personaje agradable, se convertirá en muy positivo para ti. Aparte de todo esto, ¿a quién no le gusta reír?
Iraia Elias, protagonista de "Amama"
Los protagonistas de la película son Iraia Elias, Kandido Uranga (al que se puede ver en la serie de ETB "Aitaren Etxea" junto a Nagore Aranburu, que también participa en la historia) y Amparo Badiola, actriz no profesional que encontraste por casualidad en una cafetería. ¿Cómo los elegiste?
La elección de Kandido Uranga y Klara Badiola la tenía clara desde que me encontraba escribiendo el guion. En el momento en el que elegí a Iraia comencé a decantarme por actores no tan profesionales.
El color del personaje de Amaia es el negro, y, por tanto, necesitaba una actriz morena. Los grandes ojos negros de Iraia me llamaron la atención, y, cuando la vi sobre el escenario haciendo teatro, me di cuenta de que también tenía fuerza. Nunca antes había participado en una película, pero la intuición me decía que era la opción adecuada.
A partir de ahí, elegí a Manu Uranga porque guarda un gran parecido con su padre Kandido; Ander Lipus me pareció muy adecuado para el papel de Xabier y, en lo que respecta a Amparo Badiola, diría que fue ella quien me encontró a mí.
Iraia Elias, Amparo Badiola y Kandido Uranga. Foto: Efe.
Una vez aplacado el furor del estreno en el Zinemaldia, ¿qué reflexiones te ha dejado el paso de la película por Donostia?
Ha sido una gozada, después de tanto trabajo: ver estrenarse una película pequeña que tanto has disfrutado y mimado en un festival así, vivir todo eso junto al equipo completo, sentir el calor del público. La película ha gustado mucho, a la gente le ha llegado hasta dentro y eso se nota.
Pronto vas al festival de cine de Roma y la película se estrena hoy en salas. ¿Qué camino le auguras a ?Amama? a partir de hoy?
Advertimos muchas ganas de ver la película, a la gente le ha gustado y sale emocionada de las salas.
Yo le pediría al espectador que, si le gusta, la comente con los de su alrededor, que hable sobre la película, sobre lo que ha sentido y sus experiencias, ya que merece la pena ver esta película en la oscuridad de un cine, vivir este viaje.
¿Qué pensamientos te gustaría que pasaran por la cabeza de un espectador que acaba de asistir a un pase de la peli?
Yo no soy nadie para influir en los pensamientos de la gente. Pero esta película no deja a nadie indiferente, remueve las entrañas de un montón de gente y muchos espectadores necesitan tiempo para reflexionar sobre ella.
Y he percibido que la gente hace lecturas muy diferentes de la historia. Eso es precioso.
?Loreak? ha puesto el broche a su exitoso camino con la selección por parte de la Academia española para ser candidata a los Óscar, y parece que el cine vasco va derribando barreras con bastantes y variados estrenos? ¿Cómo ves la situación?
Creo que podemos decir que estamos haciendo bien las cosas. Estrenamos películas en euskera en todas las secciones del Zinemaldia, pasamos por festivales de todo el mundo y cosechamos premios. Qué bien, ¿verdad? Invirtamos en cine.