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Rodaje

Jon Garaño: 'Hace tiempo que queríamos rodar ‘Altzoko Handia’'

Natxo Velez | eitb.eus

Moriarti, la productora que está detrás, entre otros, del éxito de “Loreak”, se encuentra inmersa en un nuevo trabajo. Hoy comienzan el rodaje de su nuevo proyecto, “Atzoko Handia”.

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El equipo de trabajo de la productora Moriarti comienza hoy a rodar la película “Altzoko Handia” con los directores Jon Garaño y Aitor Arregi a la cabeza. La película contará la historia del Gigante de Altzo, que vivió en el pueblo de Tolosaldea durante el siglo XIX.

La historia de Migel Joakin Eleizegi, que medía 2,42 metros, llamó desde hace tiempo la atención del cineasta Jon Garaño (“Loreak”, “80 egunean”…), y hoy por fin comenzarán a rodar las secuencias que completarán la película, en la que participa EiTB y que narrará las visicitudes de este hombre que fue paseado por Europa como atracción de feria.

Hemos hablado con Jon Garaño y Aitor Arregi.

¿Qué fue lo que os llamó la atención de la historia del Gigante de Altzo?

Jon Garaño: Hace tiempo que la historia estaba en la agenda de Moriarti. Llevo ya mucho tiempo diciendo que sería muy interesante hacer una película sobre este personaje, pero mis socios no lo veían tan claro.

Hace unos años, pude definir mejor el proyecto y se lo volví a presentar. Pensaron que podía ser interesante, y quedamos en ir perfilándolo, pero, como hemos estado enfrascados en otros proyectos, no encontrábamos el momento para hacerlo.

Mientras, Andoni de Carlos envió un guion a Irusoin, precisamente sobre el personaje del Gigante de Altzo. Él quería hacer una película de animación para el público infantil, diferente a lo que nosotros barajábamos, pero, a pesar de ello, había algunas similitudes entre ambas ideas. Así que le propusimos hacer una película con imágenes reales, y hemos estado un largo tiempo trabando en ello.

Migel Joakin Eleizegi medía nada menos que 2,42 metros y la historia se desarrolla en la Euskal Herria de hace 150 años. ¿Cómo vais a hacer frente tras la cámara a esas dificultades?

Aitor Arregi: Ese es uno de los mayores desafíos de la película. No hay ningún actor de 2,42, y mucho menos que sea euskaldun. Por lo tanto, hemos tenido que utilizar efectos digitales, efectos ópticos y trucos de todo tipo para crear el personaje.

De todas maneras, no conviene explicar todo, ya que corremos el riesgo de que perder la magia.

¿Dónde vais a rodar?

JG: Pues no en toda Euskal Herria, pero sí en una gran parte de ella. Comenzaremos en Artikutza, y, desde allí, durante las próximas semanas iremos a Beizama, Bilbao, Leioa, Durango, Irun, Hondarribia, Donostia, Biarritz, Baiona, Zestoa, Tolosa, Zerain, Ezkio-Itsaso, Altzo, Zumaia y Zarautz.

Tenéis entre manos un proyecto de gran envergadura, mayor de los que se acostumbra a realizar por estos lares. ¿Cómo afrontáis los quebraderos de cabeza y las ventajas que ello supone?

JG: Pues sí, la verdad es que es un proyecto muy grande, comparado con los que se suelen llevar adelante aquí.

Para ser una película con estas características (siglo XIX, un gigante, muchos efectos especiales…) no es muy cara, pero es cierto que hay mucho dinero detrás y eso supone un reto, porque hasta ahora no habíamos hecho nada así.

En las labores de preproducción nos hemos tenido que romper un poco la cabeza, pero ya sabemos qué queremos hacer y cómo lo vamos hacer, a pesar de dudas y nervios de última hora. Estamos preparados.

Eleizegi fue paseado de un lugar a otro como atracción de feria bajo el nombre del “gigante vasco”, pero, más allá de ese cometido, ¿cómo era el Gigante de Altzo? ¿Qué quedaba una vez los focos se apagaban?

JG: La verdad es que no lo sabemos, y ahí también reside un poco la magia de la película. Se han dicho muchas cosas sobre él, pero nadie sabe la verdad, y hay incluso contradicciones.

Algunos dicen que era muy reservado, incluso amargado, mientras que otros sostienen que era una persona muy normal. Eso nos ha resultado muy interesante y lo hemos incluido en la película: cómo a veces se mezclan realidad y ficción dependiendo de los intereses de cada uno, en base a lo que le conviene a cada cual.

Koldo Izagirre y David Azurza crearon en 2010 la ópera infantil “Altzoko Haundia” y David Lynch contó para el cine en 1980 la historia de Joseph Merryck en la película “El hombre elefante”. ¿Han sido una referencia para vuestro trabajo?

AA: Sí, hemos visto ambos trabajos y se puede decir que son “de la misma familia” pero que no tienen nada que ver.

“El hombre elefante” era un personaje diferente, que era tomado como un monstruo, mientras que a Migel Joakin Eleizegi no lo vemos así, basándonos en su forma de ser. Por lo tanto, sí que ha sido una referencia, pero no hemos querido hacer “El hombre elefante”.

Y en cuanto a la opereta, el personaje es el mismo, pero la forma de aproximarse a su historia es totalmente diferente. La opereta estaba dirigida a los niños, y nosotros, por el contrario, nos dirigimos a un público adulto. El primer guion de Andoni sí podía parecerse un poco más a la opereta.

¿Cómo trataréis el aspecto del idioma en “Altzoko Handia”?

Utilizaremos el euskera local. Los personajes principales son de Tolosaldea, por lo que utilizaremos el euskera de esa zona. Eso sí, queremos que sea comprensible, por lo que no hablarán exactamente igual que en el siglo XIX.

Como el Gigante de Altzo también estuvo en Francia, España e Inglaterra, esos idiomas también se escucharán, pero la película será principalmente en euskera.

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