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Entrevista

Ritxi Lizartza: "“Apaiz kartzela” no dejará frío a nadie"

Natxo Velez | EITB Media

Los directores Ritxi Lizartza, Oier Aranzabal y David Pallarès presentan el documental “Apaiz kartzela” en el Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián.

Ritxi Lizartza es uno de los directores de "Apaiz kartzela"

Euskaraz irakurri: Ritxi Lizartza: "Inor ez da hotz geratuko “Apaiz kartzela” ikusi eta gero"

En los últimos años del franquismo, entre los años 1968 y 1976, 53 curas, la mayoría de ellos vascos, fueron encarcelados en la prisión de Zamora. Xabier Amuriza, Josu Naberan, Juan Mari Zulaika, Julen Kaltzada, Periko Solabarrieta y otros muchos religiosos fueron castigados en la cárcel convenida entre el Vaticano y Franco, la única en el mundo solo para sacerdotes, por denunciar las tropelías de la dictadura.

Los directores Ritxi Lizartza, Oier Aranzabal y David Pallarès han recogido en el documental “Apaiz kartzela” las peripecias de estos hombres, desde su intento de excavar un túnel para escapar a su tentativa, en 1973, de incendiar la cárcel. Además, han vuelto con algunos de ellos a esa prisión.

El guion de la película, en la que participa EITB, es obra de Martin Etxeberria, Xabier Etxeberria, Jon Mikel Aldanondo y Mielanjel Elustondo, y Joserra Senperena se ha ocupado de la música. Hemos hablado con Lizartza sobre la película que se estrena en el Festival de Cine y Derechos Humanos.

¿Qué camino habéis recorrido a través de la memoria para hacer esta película contra el olvido? ¿A qué fuentes habéis recurrido?

La cárcel para curas de Zamora estuvo abierta entre 1968 y 1976. Es una historia desconocida y que no se ha contado. Así que hemos querido narrar este capítulo importante de nuestra memoria histórica para que las nuevas generaciones tengan constancia de esta cárcel fundamentada en el concordato entre Franco y el Vaticano.

Para ello, hemos recopilado audios, vídeos y una extensa documentación de aquella época, y hemos realizado 35 entrevistas, porque los recuerdos de los propios curas son la memoria más precisa, cercana y creíble. 

Hay que recordar que estuvieron allí 53 curas, 35 de ellos vizcaínos y 8 guipuzcoanos. Y hemos buscado opiniones diferentes: un funcionario de la prisión de aquella época, periodistas, expertos… El viaje a Zamora ha sido la mejor manera de rememorar aquella época.

En general, ¿con qué estado de ánimo dieron su testimonio los expresos?

Hemos recibido una ayuda ingente por parte de los curas. Ellos también querían contar esa historia, porque la sienten muy viva. Muestra de ello es que 16 de esos curas se han sumado a la querella de Servini contra las tropelías del franquismo.

La manera de rememorar su historia, por su parte, ha partido más desde la emoción que desde la rabia o el dolor. Se han emocionado al contarnos sus vivencias, han recuperado los hechos de aquella época y lo que sufrieron en Zamora desde la emoción. Son reseñables la amistad y la solidaridad que hay entre ellos.

Y cuando llegamos a Zamora, los sentimientos explotaron. Creemos que la película, en tanto en cuanto muestra el dolor que sufrieron, recoge desde muy dentro todo lo sentido y ocurrido.

¿Qué tipo de sucesos se cuentan en la película?

El eje principal es la visita a la cárcel, pero lo que más nos ha emocionado han sido sus testimonios: la persecución, torturas, malos tratos y detenciones que sufrieron. Hemos vestido esos duros momentos con las creíbles y preciosas animaciones de Kote Camacho.

¿Cómo se hilvana todo para mostrarlo en la pantalla?

Hemos conseguido audios y vídeos de la época, las cartas de los curas, documentos, fotos y mucho más material; también hemos recogido, además de las entrevistas, el notable rastro que dejó su actividad en la prensa, y, como te he dicho, las animaciones han aportado una gran calidad al corte final.

Un fragmento ha sido grabado en la propia cárcel de Zamora, donde volvisteis con algunos de los curas que estuvieron recluidos allí. ¿Cómo fue el trabajo administrativo para conseguir grabar allí y cómo vivisteis el retorno de los expresos?

Fue muy difícil conseguir el permiso para entrar a la cárcel de Zamora, pues está cerrada desde 1995 y es imposible entrar. Pero finalmente lo logramos, y hemos dispuesto de la ayuda de las instituciones públicas para hacer un rodaje con la mayor calidad posible.

Todo aquel que vea el film podrá ver la experiencia por la que pasaron los curas al entrar 50 años más tarde a la cárcel y revivir in situ todos los malos tratos que sufrieron en su juventud por condenar la represión del franquismo, no dejará frío a nadie.

¿Qué futuro le deseáis a “Apaiz kartzela” más allá del Festival de Cine y Derechos Humanos?

Nuestra intención es que haga su recorrido por festivales, y, después, por un lado, queremos estrenarlo en cines, y por otro, que haga su circuito pueblo a pueblo, para poder dar voz a los protagonistas además de ver la película.