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72ª edición

'Emilia Perez', ¿de qué hablamos hoy y ahora?

Natxo Velez | EITB Media

La sección Perlak del Zinemaldia hace llegar a San Sebastián la nueva película del gran cineasta francés Jacques Audiard, un desbordante e imprevisible musical sobre un narco mexicano que quiere ser Emilia Pérez y dejar atrás el sanguinario Manitas del Monte.

Zoe Saldaña en "Emilia Pérez"

Euskaraz irakurri: 'Emilia Perez', zertaz ari gara gaur eta orain?

Estábamos avisados; sabíamos que Emilia Pérez, la nueva película de Jacques Audiard, uno de los directores contemporáneos más interesantes con una filmografía en la que cabe el árido drama de De óxido y hueso, el western de Los hermanos Sisters, el realismo social de París, Distrito 13 y la violencia desbocada de Un profeta, había hecho arquear la ceja a algunos e irrumpir en aplausos a muchas y muchos en el festival Cannes. De hecho, la película se llevó de la localidad de la Costa Azul el premio a mejor actriz (Karla Sofía Gascón) y el premio del jurado.

Pero a pesar de todo lo que sabíamos y lo que podíamos intuir, después de verla en el Zinemaldia, podemos afirmar que Emilia Pérez, una ópera desmesurada e imprevisible tanto narrativa como visualmente, mantiene el poder de atrapar y apabullar. Puede resultar excesiva para algunos, pero quizás solo un musical desbocado pudiera servir para llevar a la pantalla la historia de un implacable narco mexicano que solo desea dejar atrás una vida dividida entre su esencia y el papel al que le obliga la mirada de los demás.

Karla Sofía Gasón y Zoe Saldaña en 'Emilia Pérez'

El guion, en el que colabora el escritor vasco y coguionista habitual de Audiard Thomas Bidegain, da cabida, a partir de ahí y con un endiablado ritmo que abraza por momentos la estética del videoclip y encuadres propios de los selfis, a temas como la violencia en México, los desaparecidos, la corrupción, los malos tratos contra las mujeres, la capacidad de redención y el perdón.

Todo es riesgo en Emilia Pérez, tanto en lo formal como en su fondo; de hecho, esa apreciable apuesta por el exceso hace que en el guion convivan profundas y valiosas reflexiones sobre, por ejemplo, la transexualidad con otras afirmaciones bastante naifs que adolecen por momentos de infecundidad ("cuando te educan para luchar y matar, es mejor bailar o morir"); la película transita, como reza una de sus canciones iniciales, "subiendo al cielo" en la mayoría de sus decisiones y "cayendo al abismo" en las menos.

Mención aparte merecen las interpretaciones de las protagonistas de la película, la española Karla Sofía Gascón en el papel de la propia Emilia Pérez y Zoe Saldaña en el papel de Rita, una abogada cansada de habitar una vida insostenible, harta de situaciones excepcionales que se alargan demasiado, que canta Anari. Dos mujeres empoderadas, en la filmografía de un director que ya ha retratado con riqueza las masculinidades en anteriores películas como De óxido y hierro y Los hermanos Sisters.

Zoe Saldaña ('Emilia Perez')

Emilia Pérez, que se estrenó en agosto en Iparralde y llegará a los cines de Hegoalde el 5 de diciembre, nos habla sin idealizaciones, hoy y ahora, de que un cambio de cuerpo supone un cambio en la sociedad, de que somos lo que sentimos, de que "la desgracia es algo que nos hacen, no que llevamos como una marca de bruja desde el nacimiento" como dice Alana S. Portero en La mala costumbre, y de que se puede haber renacido hace un minuto.