Entrevista
'Euskaltzaindia debería situar su labor normativa en el contexto del siglo XXI'
Natxo Velez | eitb.eus
Asier Larrinaga, responsable del Servicio de Euskera de EiTB, ofrecerá hoy en el XVII Congreso de Euskaltzaindia varias reflexiones sobre la labor normativa de la Academia desde la experiencia en EiTB
Euskaraz irakurri: 'Euskaltzaindiak XXI. mendeko testuinguruan kokatu beharko luke araugintza'
50 años después del nacimiento del euskera batua, Euskaltzaindia vuelve a Arantzazu, donde en 1968 se establecieron las bases del euskera unificado, del 4 al 6 de octubre. Medio siglo más tarde, 50 expertos analizarán, en el marco de la celebración del centenario de Euskaltzaindia, el trabajo realizado hasta este momento y tratarán de concretar los retos de cara al futuro.
En estas jornadas, que se podrán seguir en directo en eitb.eus, los expertos analizarán el euskera batua desde diferentes ópticas, tanto puramente lingüísticas como relacionadas con otros ámbitos; por ejemplo, en el bloque titulado “Euskara batuaren etorkizuneko erronkak komunikabideetan” (Retos futuros del euskera batua en los medios de comunicación).
En ese apartado, este jueves a partir de las 16:30, Asier Larrinaga, responsable del Servicio de Euskera de EiTB, ofrecerá la charla “Zenbait gogoeta euskara batuaren araugintzaz EiTBko esperientziatik”, en la que se plantean reflexiones de algunos comunicadores de EiTB respecto a los retos de la Academia para siglo XXI.
¿Cuál es planteamiento de EiTB en torno al euskera batua en 2018?
Antes que nada, los comunicadores de EiTB no ponen en cuestión el euskera batua. Su idioma es, sin duda, el euskera batua.
Y la segunda premisa es que no se cuestiona que Euskaltzaindia es la encargada de establecer normas para el uso del euskera batua.
¿Qué papel dirías que ha desempeñado EiTB para establecer y difundir el euskera batua?
EiTB ha jugado un papel absolutamente importante en la difusión del euskera batua, y el hecho de utilizar el euskera batua en la radio y la televisión ha sido un factor fundamental para que los hablantes lo aceptaran.
¿Y cuál dirías que debe desempeñar en el futuro?
Creo que nuestra preocupación no es qué más podemos hacer para implantar el euskera batua. Continuaremos como hasta ahora.
La reflexión de EiTB y de sus comunicadores es que Euskaltzaindia debería situar su labor normativa en el ámbito del euskera en el contexto del siglo XXI, y, en lo que respecta a los medios de comunicación, estamos dispuestos a analizar junto a Euskaltzaindia cuáles con las características de la comunicación del siglo XXI y qué influencia tienen sobre el idioma.
¿Y cuáles crees que son esas características de la comunicación del siglo XXI?
La primera es que debe ser precisa. La comunicación actual requiere términos precisos.
Por poner un ejemplo, estos días el presidente de Cataluña, Quim Torra, ha manifestado que exige la libertad de los presos políticos. Pues bien, el Diccionario de Euskaltzaindia indica que exijitu no se debe utilizar y propone como alternativa eskatu. Pero, en la crónica política, exijitu y eskatu no indican lo mismo.
Otra de las características de la comunicación actual es que hemos llevado ante nuestras cámaras y micrófonos a los oyentes y espectadores, y los hemos convertido en protagonistas; es más, los hemos convertido en creadores de contenido. Por eso, tenemos ante nosotros el reto de establecer puentes, de que esas personas se encuentren cómodas y de que no haya ningún problema comunicativo por culpa del idioma. Para ello, el habla ha de ser flexible. Por medio del idioma que utilizamos debemos decir a la gente: “Tú también eres de los nuestros”.
¿Qué más requiere la comunicación del siglo XXI, además de concreción y flexibilidad?
Tiene que tener en cuenta todo el contexto de las palabras. Cuando se toma una decisión, hay que tener en cuenta todo el entorno de las palabras: la colocación, el régimen verbal… No arreglamos nada con precisar una sola palabra.
Ahí tenemos, en euskera, la palabra manifestazioa, pero mucha gente no sabe si tiene que decir manifestaziora deitu o manifestazioa deitu. Y, por ejemplo, ¿deberíamos decir (manifestazioa) ostegunerako deitu u ostegunean deitu?
A la hora de establecer normas, Euskaltzaindia debe tener en cuenta las necesidades de los comunicadores.
¿Qué relación tienen Euskaltzaindia y EiTB?
Tienen dos relaciones muy claras. Por un lado, Euskaltzaindia forma parte del Consejo de Administración de EiTB.
Además, existe un convenio de colaboración, a tenor del cual se establece un canal prioritario tanto para que Euskaltzaindia nos mantenga informados, entre otras cosas, acerca de sus normas y nosotros podamos trasladarles nuestras dudas.
Más allá de eso, ¿qué es lo que piden los comunicadores de EiTB a la Academia?
Como te he dicho, no se pone en cuestión de ninguna manera la potestad que Euskaltzaindia tiene para establecer normas. Pero los comunicadores agradecerían saber qué hay detrás de esas normas, por qué se toman algunas decisiones.
En su día, se nos dijo que debíamos utilizar la forma Etxegarate, y ahora nos han dicho que tenemos que utilizar Etzegarate. En EiTB hemos empezado a utilizarlo así inmediatamente, pero el comunicador tiene que creerse las normas para poder salir luego ante la cámara o micrófono. Tenemos que saber qué es lo que hay detrás de cada norma.
En la toponimia de Araba ha habido un cambio enorme, Euskaltzaindia ha cambiado un montón de nombres, y ahora debemos llamar Nanclares Oka a aquello que hasta ahora denominábamos Langraiz Oka. Este término también ha pasado a la crónica política; ahí está la construcción Langraiz Bidea, con la que se denomina la Vía Nanclares. Pues bien, ¿qué cara se les quedará ahora a los espectadores, oyentes o lectores, si empezamos a utilizar Nanclares Bidea?
Euskaltzaindia toma algunas decisiones sin contar con nadie más, y los comunicadores demandan un poco de feedback por parte de la Academia. Langraiz es un topónimo muy afianzado que tiene un trasfondo, y un único testimonio en unos viejos papeles no me parece una razón de peso para cambiarlo.