La Feria de Durango, escaparate de la creación artística vasca

La Feria del Libro y Disco Vascos se celebró por primera vez en 1965. Una recién constituida asociación Gerediaga fue la encargada de organizar la gran cita de la creación vasca. En aquellos tiempos de pleno franquismo, la Azoka tenía un claro objetivo: dar a conocer, divulgar, la creación literaria y musical vasca. En aquellos oscuros días, los organizadores se afanaron en crear un punto de encuentro para los creadores vascos.

Desde sus inicios, la Feria de Durango ha sido un escaparate desde el que mostrar y acercar al público la cosecha que los editores y artistas de los ámbitos literario y musical han legado durante el año. En las primeras ediciones, eran mayoría, obviamente, los discos y libros, pues no existían otros soportes que año a año se han ido creando su espacio en la Feria: DVD, cintas de vídeo... Muestra de ello es, sin duda, el cambio de nombre decidido por los gestores de la cita: la antigua Feria del Libro y Disco Vascos es ahora, acorde con su perfil mucho más multidisciplinar, simplemente Durangoko Azoka, la Feria de Durango.

La primera Feria del Libro y Disco Vascos de Durango tuvo lugar en el pórtico de la iglesia de Santa María, el 1 de noviembre de 1965. Todos los sábados por la mañana se realizaba el tradicional mercado, y, tras él, ese año realizaron una feria del disco y el libro en la que participaron 19 expositores. Hasta 1974, ese pórtico fue el encargado de albergar año tras año la Feria con la excepción de 1967. Entonces, fue imposible poder organizar nada en condiciones, pues la iglesia se encontraba en obras.

Lamentablemente, el gobernador civil de la época no participó del entusiasmo que la Feria provocaba en la ciudadanía, y decidió prohibir hacerla en el pórtico de la iglesia, aduciendo razones religiosas. Ante ello, los organizadores optaron, en 1974, por trasladar la Feria a la Plaza del Mercado.

Además, en 1980, los rectores de la Feria tomaron otra importante decisión: trasladaron la fecha de celebración del encuentro a principios de diciembre, coincidiendo con el puente del Día de la Constitución.

Una veintena de años más tarde, tras comprobar que año tras año iba afianzando sus raíces en la sociedad vasca, la Feria del Libro y Disco Vascos estrenó una sede definitiva: Landako Gunea.

Esta cuadragésima octava edición, los artistas, expositores y visitantes podrán disfrutar de un entorno mucho más diáfano y despejado, ya que la vía férrea que partía el pueblo en dos ha sido soterrada, por lo que el centro de Durango y la zona de Landako estarán más cerca que nunca a partir de este año.

En Durango, escritores, músicos y creadores vascos en general tienen la oportunidad de acercarse y relacionarse de tú a tú con su público. Además, en las últimas ediciones han cobrado cada vez más protagonismo las actuaciones o charlas en las que los autores presentan sus obras en directo en los nuevos espacios Ahotsenea, Irudienea, Szenatokia...

Premio Argizaiola

Desde 1992, la asociación Gerediaga entrega el premio Argizaiola, para premiar a las personas o instituciones que han trabajado a favor de la cultura vasca; sobre todo, se tiene en cuenta la labor realizada por distintos agentes en los años más oscuros para alumbrar el camino de la lengua y el arte vascos.

Entre otros han sido galardonados con el premio Argizaiola Benito Lertxundi, Gotzon Garate, Txillardegi, las revistas Maiatz y Jakin, el centro de estudios Labayru, Antonio Zavala, Euskaltzaindia y Eusko Ikaskuntza. En esta edición será el turno del antropólogo estadounidense William Douglass.

País invitado

Así mismo, cada año se invita a un país o cultura para acercarlo a los visitantes de la Feria de Durango. En esta edición, será el turno de Escocia, pero antes han sido muchas las ventanas abiertas desde Gerediaga a otras culturas: Galicia, la cultura gitana, Eslovenia, Kurdistán...