Entrevista
'La novela ‘Udaberri kantoi-hautsia’ está llena de optimismo y humanismo'
Natxo Velez | eitb.eus
Hablamos con Aiora Jaka, que acaba de publicar la traducción al euskera de “Primavera con una esquina rota”, novela del escritor uruguayo Mario Benedetti.
Euskaraz irakurri: 'Baikortasunez eta humanismoz beteta dago ‘Udaberri kantoi-hautsia’ eleberria'
En ‘Udaberri kantoi-hautsia’ (‘Primavera con una esquina rota’), novela escrita por el escritor uruguayo Mario Benedetti con su inconfundible estilo que enfrenta al lector con la palabra unas veces acariciándolo y otras golpeándolo, cabe de todo: exilio, torturas, solidaridad, juegos de palabras, cárcel, militancia, lucha, traición, fidelidad, dictadura, inocencia y, por supuesto, amor, deseo, miedos y esperanza.
Ahora, los lectores pueden sumergirse en euskera en ese mundo incompleto creado por los exiliados después del golpe de estado militar de 1973 en Uruguay, en esa primavera condicionada, con una esquina rota, llegada después del invierno impuesto por el totalitarismo en el continente americano. Y lo pueden hacer en euskera, gracias a la traducción de la novela publicada por las editoriales Erein e Igela dentro de la colección Literatura Unibertsala que tantas alegrías ha traído a los lectores.
La lectura de esta traducción de Aiora Jaka es ágil y fluida, y la guipuzcoana ha acertado de pleno a la hora de llevar al euskera tanto el universo de Benedetti (esa “actitud crítica que jamás se niega a la compasión” presente en sus obras, como definió la escritura del uruguayo el escritor mexicano José Emilio Pacheco) como su estilo literario, tanto en el modo de afrontar los registros y el habla de cada uno de los cinco personajes como en la manera de acercar al euskera y al mundo referencial de los euskaldunes los juegos de palabras y las alusiones culturales que plagan la novela.
Hemos hablado con Jaka sobre Benedetti y sobre traducción.
¿Por qué elegisteis traducir Primavera con una esquina rota?
En primavera de 2017, propusieron Primavera con una esquina rota en el concurso público de traducción que cada año organiza EIZIE, Asociación de Traductores, Correctores e Intérpretes de Lengua Vasca, para seguir completando la colección Literatura Unibertsala.
Traduje un fragmento de unas diez páginas que había que presentar al concurso, y lo gané. Así que me dieron el dinero para traducir el libro completo.
¿Cómo describirías el universo literario creado por Benedetti en este libro?
Udaberri kantoi-hautsia es una novela sobre el exilio; más concretamente, una novela sobre el exilio que trajo la dictadura militar de Uruguay.
Aunque cuente una historia de ficción, podríamos decir que se trata en cierta medida de un libro autobiográfico, ya que Mario Benedetti también sufrió en sus propias carnes las consecuencias políticas del golpe militar de 1973: como muchos otros militantes de izquierdas, tuvo que huir al exilio para evitar la cárcel y las torturas, y vivió doce largos años alejado de su mujer y su familia en Argentina, Perú, Cuba y España.
Con la perspectiva que te da este trabajo, ¿cómo definirías la escritura agridulce de Benedetti?
La novela toca temas muy crudos (dictadura, cárcel, torturas, exilio, muerte, injusticia, traición…), pero, gracias a su escritura humorística y sarcástica, un libro que podría resultar duro o triste se convierte en una novela plena de ironía, vivacidad, optimismo y humanismo.
Los personajes hacen frente a su sufrimiento a través de la risa, y juegan con el lenguaje para insuflar aire fresco a las palabras censuradas por el poder. Así, la novela está llena de juegos de palabras, locuciones deformadas y palabras con más de un sentido.
¿Has recurrido a otras traducciones de la novela además de al propio texto original? ¿Qué le aporta eso al traductor?
A la hora de traducir al euskera esta obra, tuve ante mí las traducciones al alemán y al portugués (la versión en francés está agotada, y no pude conseguirla).
Para un traductor, resulta de gran ayuda poder ver cómo han interpretado y traducido el texto original otros traductores. Siempre recurría a otras traducciones cuando no sabía cómo traducir algún juego de palabras, referencias culturales, fragmentos en lunfardo o expresiones poco usuales en nuestro castellano.
La verdad es que la versión portuguesa no me ha resultado de gran ayuda, ya que, al ser un idioma tan similar lingüísticamente al castellano, seguía muy de cerca al original. Pero la versión en alemán me sirvió en muchas ocasiones de inspiración para resolver algunos líos.
He leído tu traducción después de haber leído el original en castellano, y ha sido un verdadero placer. ¿Crees que es compatible y recomendable leer las dos versiones? ¿Qué aporta cada traducción al texto original?
Yo disfruté muchísimo la lectura de esta obra, y recomendaría leer Primavera con una esquina rota a cualquiera que sepa castellano. Ahí podrá comprobar cómo es Benedetti en su lengua, cómo juega con el castellano, cómo mezcla diferentes estilos y registros, y cómo recurre a los juegos de palabras para dotar de un punto de humor a los temas más crudos.
Pero recomendaría leer Udaberri kantoi-hautsia a cualquiera que disfrute leyendo en euskera, porque es ahí donde vería cómo es Benedetti en el euskera de Aiora Jaka, qué forma adoptan los juegos de palabras de Benedetti en euskera, cómo es posible entender y sentir cercanas algunas realidades de Uruguay y Latinoamérica.
Anteriormente habías traducido, sobre todo, literatura infantil y juvenil. ¿Qué diferencias has notado con este trabajo?
Fundamentalmente, la complejidad del idioma. Cuando traduces trabajos infantiles, tienes que utilizar una lengua fácil de entender, hay que buscar frases cortas y simples, hacer adaptaciones y, en muchos casos, reescribir fragmentos enteros, para combinarlos con las ilustraciones y que cuadren con los espacios.
Por el contrario, en la literatura para adultos, cobra una mayor importancia la fidelidad con la obra original, y hay que intentar traducir fielmente el estilo y la lengua compleja del autor haciendo el menor número posible de adaptaciones.
Tengo la sensación de que muchos euskaldunes recurren al castellano o al francés para leer los clásicos de la literatura. ¿A qué crees que se debe?
Por un lado, a la oferta, por supuesto. En castellano o francés se puede leer la obra completa de cualquier autor clásico; en euskera, por el contrario, puede que encuentres una o dos obras de ese autor y, además, en algunos casos la traducción no es nueva del todo y puede haber quedado medio obsoleta.
Por otro lado, y en alguna medida a consecuencia de lo anterior, la gente no tiene costumbre de leer traducciones al euskera. A partir de una cierta edad, te dirán que no están lo suficientemente alfabetizados en euskera para entender el nivel lingüístico de un clásico de la literatura.
Pero creo que muchas veces los jóvenes tienen una opinión equivocada en torno a las traducciones al euskera: afirman que tienen cierto “tufo a traducción” del que carecen las traducciones al castellano o al francés. Puede que esto fuera así hace un tiempo, porque en los inicios de la normalización del euskera muchas cosas se tradujeron de prisa y corriendo, pero hoy en día se hacen traducciones al euskera de mucha calidad, y los estudiantes formados en ikastolas no deberían tener excusas para no leer clásicos de la literatura en euskera.
¿Cómo ves la situación de la traducción al euskera?
Más fuerte que nunca. Se ha hecho (y se está haciendo) un gran trabajo para formar traductores, promover traducciones y cuidar la calidad de las mismas… La normalización del euskera debe mucho a la traducción. Si queremos capacitar el euskera para cualquier cosa, la traducción es imprescindible.