Entrevista
Pello Reparaz: 'He abierto de par en par las puertas a la música electrónica'
Natxo Velez | eitb.eus
El músico navarro ha vestido sus melodías con sonidos electrónicos en las canciones de su nuevo proyecto, Zetak, que presenta en la Feria de Durango.
Euskaraz irakurri: Pello Reparaz: 'Musika elektronikoari erabat ireki dizkiot ateak'
Después de dejar atrás los ecos jamaicanos de Vendetta, Pello Reparaz está de vuelta con su nuevo proyecto Zetak, una de las propuestas que más expectación ha generado a las puertas de la Feria de Durango, donde envuelve sus melodías con ecos totalmente diferentes.
Pello Reparaz y todo el equipo que le rodea han asumido para sí el reto de superar el ámbito habitual de los grupos de música y expandirlo, tomando, eso sí, la música como eje principal, y han apostado radicalmente por la música electrónica en este primer disco de Zetak. Sin poner ningún obstáculo a un entusiasmo que hacía tiempo le invadía, esta vez el músico de Arbizu ha envuelto en sonidos electrónicos sus pegadizas melodías y sus ritmos oscilantes y bailables.
Hemos hablado con él sobre Zetak, en puertas de la Durangoko Azoka.
¿Cuál es el origen de las canciones de Zetak? ¿Fueron todas compuestas una vez tenías montado el proyecto?
Sí, así es. No soy muy amigo de recuperar canciones viejas, y, en ese afán por mirar adelante, prefiero crear nuevas canciones propias que se adecuen al propósito artístico del proyecto.
En este caso, diría que el rasgo más especial de estas canciones es que sus protagonistas son personajes, no son cosas vividas por mí. Puede que en algunas canciones trate sobre temas que tengo en mi interior, pero son aplicados a otras personas. De esta manera, me he sentido más libre ante la verdad, totalmente libre para contar historias.
¿Qué les pides a las canciones o bocetos que tienes entre manos para darlos por buenos? ¿Qué límites estilísticos te estableciste para las canciones de Zetak?
Llevo ya unos años componiendo y produciendo canciones, y tenía muy claro que quería hacer las cosas de una manera diferente en ambos ámbitos. Además, tenía una cuenta pendiente con la música electrónica, quería “salir definitivamente del armario”, debido a que en Vendetta, como su eje estilístico era la música jamaicana, había una serie de elementos que no me permitían abrir las puertas de par en par a la música electrónica.
Por todo eso, todo el trabajo creativo, a excepción de las letras, por supuesto, ha partido de la electrónica, aunque esa decisión también se ha dejado notar en las letras. Por ello, se puede decir que la producción y los sonidos electrónicos y de alguna forma más modernos también han influido en concepto y la dirección de las letras, en el aura del disco.
En los grupos eléctricos, los propios instrumentos son de por sí una limitación, mientras que en la música electrónica las posibilidades son infinitas. ¿Cuándo das por terminada una canción? ¿Cuál es el momento en que se deja de vestir una canción?
Esa es la clave. Es una pregunta muy interesante. Para mí es muy importante tener un sonido identificable, y el hecho de ser un grupo de rock te facilita conseguir una identidad fuerte y propia, ya que el batería tiene una batería, el guitarrista una guitarra y el bajista un bajo.
Por el contrario, en la electrónica hay una libertad increíble, y las posibilidades son infinitas. Precisamente por eso creo que muchos proyectos y discos de electrónica tienen un problema: utilizan de todo, entre esa paleta interminable, y no desarrollan una personalidad, el grupo no es identificable cuando escuchas dos compases. A mí me gusta que un disco sea homogéneo e identificable.
Zetak. Foto: Jaime Asua.
Como has dicho, en la electrónica tienes mucha libertad, y eso es una gozada, pero llega un punto en que tienes que volver a desnudar las producciones y tienes que encontrar un punto que dé unidad a todas las canciones.
Ya habéis dado vuestro primer concierto. ¿Cómo lleváis vuestra propuesta al escenario?
Somos cuatro músicos sobre el escenario. Para empezar, la pamplonesa Leire Colomo. Toca las percusiones, entre ellas la txalaparta, muy presente en el disco, con un módulo de batería, y también utiliza un xilófono midi, con el que toca muchas melodías electrónicas.
Gorka Pastor es también de Pamplona, y toca el sintetizador Virus TI2, que ejerce de eje armónico del disco, además del piano, el vocoder con un Mininova, algún arpegiador por ahí… Se ocupa de las teclas y es muy importante en el proyecto.
En lo que respecta al ritmo, está Iban Larreburu, de Baiona. Toca una batería híbrida, en la que se unen algunos elementos orgánicos y otros electrónicos.
Además, yo toco muchos de esos instrumentos, y todos nos movemos de un lado a otro en escena: Leire se mueve a tocar la batería, Iban pasa al lugar de Leire a las percusiones, yo al puesto de Gorka y a la batería…
Es un proyecto muy dinámico en ese sentido, y estoy muy contento con el planteamiento de los directos. A la gente también le ha gustado mucho, así que seguiremos por ese camino.
Habéis cuidado mucho los aspectos extramusicales del proyecto: un primer concierto secreto y muy espectacular, habéis ido informando sobre el proyecto con cuentagotas, los dos videoclips y el lyric video están muy cuidados… ¿Cómo trabajáis esos aspectos?
Más que como un grupo de música, entendemos Zetak como un proyecto artístico multidisciplinar, y hemos hecho un gran esfuerzo en esa dirección. El eje principal es la música, sin ninguna duda, pero hemos hecho un esfuerzo notable en los videoclips, el diseño del disco que se podrá comprar en la Durangoko Azoka, el merchandaising, la web y la utilización de las redes sociales.
Los tiempos han cambiado mucho. El músico ya no es solo una persona que toca música, sino alguien que tiene que trabajar en muchos ámbitos, al menos en la música vasca. Si no trabajamos, los proyectos no salen adelante, eso está claro.
Además, en la importancia que les hemos dado a la imagen y las redes sociales, es de destacar el papel de Iratxe Reparaz, directora de arte de Zetak. Es una figura imprescindible en la evolución de Zetak hasta la fecha.
El vuestro es uno de los proyectos que más expectación han levantado en vísperas de la Feria de Durango. ¿Cómo vives la Feria de Durango?
En mi opinión, a medida que avanza el tiempo, la globalización es mucho más palpable a nivel mundial, y, al final, creo que eso acabará jugando a nuestro favor. En el mundo del arte, en la búsqueda de ese rasgo que te defina, lo tenemos muy fácil, ya que tenemos un idioma hablado por menos de un millón de personas en el mundo, y somos capaces de transmitir y crear en ese idioma.
También tenemos una industria, y uno de sus pulmones más importantes es y siempre ha sido la Durangoko Azoka. Yo no he vivido los tiempos en los que se vendían muchos discos, y me asombra cómo, al llegar la Feria, la gente aporta a la cultura vasca, guiada por su conciencia.
Se trata de una fecha señalada, y en Zetak también hemos apostado por ella, ya que el disco se publica el 5 de diciembre, con el inicio de la Azoka.
¿Qué futuro le deseas a Zetak?
Me cuesta mirar al futuro, porque Zetak acaba de nacer, pero es verdad que hemos trabajado mucho hasta ahora, y deseo trabajo para muchos años tanto a Zetak como a todos los que trabajan en Zetak. Que el año que viene o dentro de 15 o 20 años podamos acostarnos y dormir a pierna suelta como hasta ahora.
Estamos en ello, y esa será la mejor señal.