Arranca el juicio
La voz y la última imagen de Michael Jackson, en el inicio del juicio
Redacción
La fotografía y una grabación de su voz horas antes de la muerte han centrado la primera jornada. ''Confió su vida a Conrad Murray y eso le costó la muerte", ha dicho Walgren, ayudante del fiscal.
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La Corte Superior del condado de Los Ángeles ha celebrado este martes la primera sesión del juicio contra el doctor Conrad Murray por la muerte de Michael Jackson, 27 meses después de que el "rey del pop" falleciera por sobredosis de medicamentos. La última imagen de Michael Jackson y una grabación con la voz del artista han sido proyectadas durante esta primera jornada, en la que la acusación ha insistido en la culpabilidad del doctor Conrad Murray.
Murray, de 58 años médico personal del artista, ha sido acusado por la fiscalía de homicidio involuntario y podría enfrentarse auna pena de hasta 4 años de cárcel si recibiera un veredicto desfavorable.
El juicio ha comenzado con el alegato inicial de la acusación, que ha insistido en la culpabilidad del doctor, en quien el cantante ''confió erróneamente su vida'', en palabras del ayudante del fiscal David Walgren. En su exposición de los hechos, Walgren ha calificado la actuación de Murray como de ''flagrante negligencia''. ''Las evidencias mostrarán que Michael Jackson confió su vida las capacidades médicas de Conrad Murray y que eso le costó la muerte", ha explicado Walgren. El fiscal dice que su negligencia y su afan de dinero causaron la muerte de Jackson, y, a juicio del fiscal, prueba de esa negligencia es la grabación de audio realizada unos días nates de su muerte. Durante la primera jornada también se ha proyectado una fotografía de Jackson muerto, junto con otra instantánea sacada 12 horas antes.
La familia de Michael Jackson ha acudido casi en pleno a la primera sesión del juicio con Katherine y Joe, los padres del artista, a la cabeza, acompañados por Janet, La Toya, Jermaine, Tito, Randy y la hermana mayor, Rebbie.
El juicio durará cinco semanas
En una vista preliminar celebrada en enero, el médico reivindicó su inocencia y se declaró "no culpable". El coreógrafo Kenny Ortega, encargado de dirigir los conciertos "This Is It" con los que tenía previsto reaparecer el cantante en 2009, será el primero en subirse al estrado a declarar, según el diario Los Angeles Times.
Ortega será llamado por la acusación para explicar al jurado cómo Murray le aseguró durante los ensayos que precedieron a la muerte de Jackson que el creador de "Thriller" se encontraba perfectamente, a pesar de que el coreógrafo consideraba que el artista estaba débil. "El doctor Murray me dijo que ésta no era mi responsabilidad y me pidió que no actuara como un doctor o un psicólogo y que le dejara la salud de Michael a él", dijo Ortega. También testificará hoy Paul Gongaware, una de las personas que trabajaban para la empresa promotora de los conciertos, AEG, quien será preguntado por conversaciones que mantuvo con Murray y Jackson.
Según la web Radar Online, los hijos mayores del "rey del pop", Prince Michael y Paris, de 14 y 13 años, respectivamente, han pedido a su abuela y tutora, Katherine Jackson, que les permita declarar en el juicio, que está previsto que dure aproximadamente 5 semanas. Katherine no se ha mostrado partidaria de exponer a los menores a participar en el proceso judicial, aunque los niños insisten en contar lo que vieron el día en que murió su padre, según la información del portal de internet.
El jurado llamado a dirimir responsabilidades sobre la muerte del cantante quedó compuesto por 12 personas, 7 hombres y 5 mujeres, entre los que hay un cartero, un contable en paro, un conductor de autobús y un director de programas de televisión. La mitad de sus componentes son de origen caucásico, 5 tienen raíces hispanas y uno es afroamericano. Todos declararon estar al tanto de las noticias sobre el final de Jackson y 7 de ellosadmitieron ser admiradores de su música.
Murray ha reconocido que la jornada en que falleció Jackson le inyectó al "rey del pop" sedantes para ayudarle a combatir el insomnio, incluido el propofol que, según ha publicado la prensa en EE.UU., el artista consumía de forma habitual. El médico, sin embargo, explicó que tras administrar los fármacos Jackson estaba vivo y que abandonó la habitación para atender unas llamadas telefónicas. A su regreso se encontró a Jackson inerme y sin pulso sobre la cama. El cantante había contratado a Conrad Murray como su médico personal para que le acompañara durante su estancia en el Reino Unido.