61ª edición
Pidcock gana la Flecha Brabanzona tras superar a Van Aert en los metros finales
A. B. | EITB Media
Thomas Pidcock ha roto los pronósticos al adjudicarse el triunfo en la 61ª edición de la carrera belga. Ha llegado escapado junto a Trentin y el favorito Van Aert, superándolos en el esprint final.
Euskaraz irakurri: Pidcockek Brabanzonako Gezia lasterketa irabazi du, Van Aert mendean hartuta
Thomas Pidcock (INEOS Grenadiers) logró el triunfo en la 61ª edición de la Flecha Brabanzona que se disputó entre Leuven y Overijse (Bélgica) con un recorrido de 201,7 kilómetros.
A 50 de meta el decorado empezó a cambiar. El Jumbo Visma de Van Aert y el Ineos de Pidcock dijeron que ya estaba bien de escapadas y tensaron el ritmo de manera notable. Entre todos lanzó el primer dardo Thomas Pidcock, quien se llevó a rueda a Van Aert y Trentin en busca del primer grupo intercalado y de la cabeza. Una vez alcanzados, y de nuevo en el Moskestraat, a 32 de meta, se formó un único grupo cabecero de 18 donde estaban los elegidos, menos el belga Van Avermaet.
Empezaba un acelerado proceso de selección. Van Aert tensó la cadena a 30 de meta y redujo la expedición a 7 corredores. Uno de ellos, el italiano Matteo Trentin, soltó pronto el órdago, con un acelerón potente lejos de meta. Planteó la batalla en solitario contra un buen grupo de rivales.
Cuando Trentin contaba con 21 segundos de adelanto a 16 de Overijse, y otra vez en el lugar mágico de Moskestraat, Van Aert y Pidcock decidieron echar el lazo al ciclista del UAE-Team Emirates.
A 14 kilómetros a meta eran 3 contra el mundo, 3 para la gloria de la Flecha Brabanzona. Se entendieron con tal de evitar ser alcanzados por el grupo perseguidor, donde amenazaban Cosnefroy y Cavagna, pero quedaba poco tiempo y espacio. El repecho final de Overijse (1,5 kms al 3,6 por ciento) iba a ser el escenario decisivo. Los 3 se paran para estudiar los movimientos enemigos, ante la inminente llegada de los otros.
El juego de miradas lo rompe Van Aert atacando de lejos, abre unos metros de claridad, pero enseguida reaccionó Pidcock, pletórico, sobrado de fuerzas, para conseguir un triunfo de oro.