El Mallorca pagó el traspaso de Aduriz con un cheque sin fondos

El Athletic Club ha acusado al Mallorca de intentar pagar con un cheque sin fondos parte del traspaso de Aritz Aduriz a los baleares, a la vez que ha negado que éste ofreciera la vuelta del delantero al club de San Mamés como modo de pagar lo adeudado.

El impago por parte del Mallorca y la posterior denuncia del Athletic ha llevado a un polémica entre ambos clubes que ha tenido su continuación con un largo comunicado emitido por el Athletic en el que detalla su versión de los incumplimientos de pago.

Aduriz fue traspasado en el verano del 2008 y, según el Athletic, ya ese año se produjo el primer incumplimiento del calendario de pagos acordados, un pagaré cuyo vencimiento estaba fijado el día 19 de diciembre de 2008.

Tras meses de negociaciones, aplazamientos de pago y diversos problemas, con la adquisición del Mallorca por parte de Mateo Alemany todos los importes adeudados hasta el verano del 2009 fueron abonados al Athletic Club, aunque sin liquidación de intereses, en los siguientes plazos: 30 de julio de 2009, 12 de agosto de 2009 y 19 de agosto de 2009.

El Athletic ha detallado estos pagos porque Alemany aseguró el domingo que habían ofrecido al club bilbaíno la vuelta de Aduriz como única manera de pagar. Según el Athletic, "no hubo propuesta alguna" en ese sentido.

"En ningún caso se ofreció la posibilidad de que el jugador pudiera volver a la disciplina del Athletic Club a cambio de condonar los importes pendientes de pago, y todo ello sin perjuicio,
además, de otras circunstancias tales como reglamentación sobre alineación de jugadores o la vigencia del contrato de trabajo entre Aduriz y el Mallorca", ha insistido el Athletic.

Los impagos se reprodujeron al vencer el 15 de enero de 2010 un nuevo pagaré, que además ha conllevado al Athletic unos gastos de devolución del pagaré no satisfecho de 25.000 euros.

El Mallorca ofreció al Athletic en sustitución del pagaré que vencía el día 15 de enero un cheque por el mismo importe que aquél, un cheque que según el Athletic "no disponía de fondos, por lo que fue devuelto al Mallorca".

Además, todas las cauciones (garantías) ofrecidas por el Mallorca estaban ya pignoradas y comprometidas, siendo por tanto inválidas.

"Es decir, el Athletic Club recibió un cheque sin fondos y el ofrecimiento de establecer afecciones reales sobre activos previamente hipotecados o pignorados como garantía de un nuevo aplazamiento". Con ello, que además, fue ocultado al Athletic por el Mallorca, se "quebró definitivamente la confianza del Athletic en que pudiera negociarse sobre bases de buena fe una solución a los reiterados incumplimientos del club deudor".

El club bilbaíno ha concluido que tan sólo aspira "a cobrar cuanto se le debe", reiterando que defenderá sus "legítimos derechos ante cuantas instancias procedan; el que impere el juego limpio también en los ámbitos financiero y de gestión, es uno de los principios que la UEFA y la RFEF pretenden".