En el Benito Villamarín
El Athletic vuelve a caer en los minutos finales
Redacción
La rigurosa expulsión de Javi Martínez dejó en desventaja a los rojiblancos mediada la segunda parte lo que ha desequilibrado la balanza. Los de Bielsa han encajado el segundo gol en el último minuto.
Ficha técnica:
Betis: Fabricio; Nelson, Paulao, Dorado, Nacho; Iriney, Beñat, Salva Sevilla (Pozuelo, min. 69); Rubén Castro, Montero (Pereira, min. 55) y Jorge Molina (Santa Cruz, min. 74)
Athletic: Iraizoz; Iraola, Javi Martínez, Amorebieta, Aurtenetxe (Toquero, min. 92); Iturraspe, Iñigo Pérez (San José, min. 47), De Marcos; Susaeta, Muniain (Ekiza, min. 69) y Llorente.
Goles: 1-0, min.10, Rubén Castro; 1-1, min.22, Javi Martínez; 2-1, min.91, Nelson.
El Athletic ha caído (2-1) ante el Betis en un emocionante partido que se ha resuelto en el tiempo añadido cuando, un gol del lateral derecho Nelson, ha dejado sin reacción a los de Bielsa, que han vuelto a cuajar una buena actuación, pero que han pagado muy caro la expulsión de Javi Martínez.
Los verdiblancos, que acumulaban tres derrotas consecutivas, encontraron un resquicio de fortuna justo al final. La derrota frena en seco las aspiraciones de los bilbaínos, octavos y a un punto de la Europa League. Un córner en el tiempo de descuento llegó a las botas de Nelson, que fusiló a Iraizoz.
El Athletic, eufórico por su clasificación a la final copera, se hundió en su campo tras la expulsión de Javi Martínez, a 20 minutos del final. Antes, el cuadro rojiblanco había ofrecido otra cara bien distinta. Llorente, en balones aéreos, e Íñigo Pérez, en un disparo desde la frontal, dieron chances a los de Bielsa, que reaccionaron bien al gol inicial de Betis.
Rubén Castro hizo buena una jugada de Montero, que tocó Molina, y el ariete bético fusiló la portería de los 'leones' a los diez minutos. Pero le dio igual al Athletic, que apostó por su fútbol asociativo, para salir adelante. Javi Martínez fue quien consiguió la igualada en el ecuador del primer acto.
El navarro de cabeza un córner botado por Susaeta, otro de los más destacados. Sin embargo, Nelson se encargó de romper la lógica, de devolver la tranquilidad a las aguas del Guadalquivir y a apagar la efervescencia bilbaína.