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Sanción

El Comité de Disciplina de la RFEF clausura parcialmente por dos partidos el estadio del Atlético Madrid

EITB MEDIA

Lo hace, tras los insultos recibidos por Nico Williams en el partido Atlético Madrid-Athletic, y ha sancionado con 20 000 euros al Atlético Madrid. Además, LaLiga ha denunciado el "sonido del mono" dirigido a Nico Williams en ese encuentro.

Nico Williams, junto a De Paul y Koke, segundos después de recibir el insulto. Foto: EFE.

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El Comité de Disciplina de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha clausurado parcialmente por dos partidos el estadio Cívitas Metropolitano, que pertenece al Atlético Madrid, tras los insultos recibidos por el jugador del Athletic Nico Williams en el partido que ambos equipos disputaron en ese campo el pasado sábado por la noche. La RFEF, que ha tomado esa decisión por la existencia en el citado encuentro de "actos y conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes en el fútbol", ha sancionado, además, con 20 000 euros al Atlético Madrid. En paralelo, LaLiga ha denunciado el "sonido del mono" dirigido a Nico Williams en el partido.

En este contexto, el Comité de Disciplina ha considerado los hechos como infracciones muy graves, según el Código Disciplinario de la RFEF. Así, en su resolución, señala que el Atlético Madrid debe identificar antes de las 12:00 horas de este viernes, 3 de mayo, la estructura de las gradas del estadio, para determinar la zona del objeto de cierre; según el acta arbitral, la clausura afectaría al sector situado en la grada fondo sur del Cívitas Metropolitano.

"A tal efecto, en los dos próximos encuentros a disputar por el Atlético Madrid, en sus instalaciones deportivas, se deberá cerrar el acceso al público en dicha zona, que quedará debidamente acotada, no pudiéndose reubicar a los espectadores que, en su caso, pudieran venir ocupando las mismas con carácter habitual", añade, y también ordena que, durante la celebración de los partidos que abarca la sanción de cierre parcial, la zona clausurada deberá mostrar un mensaje visible de condena a los actos y conductas violentas, racistas, xenófobas e intolerantes en el fútbol y apoyo al juego limpio.

El acta del partido reflejó que, "aproximadamente en el minuto 36, cuando el juego se debía reanudar con saque de esquina a favor del Athletic, se escuchó desde la grada fondo sur un sonido imitando a un mono, 'uh,uh'", que fue escuchado por el árbitro asistente y el jugador Nico Williams. "En ese preciso instante se activó el protocolo contra el racismo, indicando al delegado del Atlético Madrid que el partido no podía ser reanudado hasta que se comunicara por megafonía que dichas actitudes debían cesar y que, en caso de repetirse, deberíamos parar nuevamente, pero esta vez entrando todos al vestuario. Un minuto después, se anunció por megafonía, reanudándose el encuentro de nuevo", agrega la resolución.

Es importante destacar que, en esta misma temporada 2023-24, a causa de los insultos registrados en el partido Getafe-Sevilla, el club madrileño también fue sancionado con el cierre parcial de su estadio, pero, finalmente, tras el recurso presentado por el Getafe, el castigo fue anulado. En este sentido, el Atlético Madrid ha anunciado que va a recurrir ante el Comité de Apelación la sanción determinada por el Comité de Disciplina. En caso de llevarse a efecto, uno de los partidos en que se aplicaría sería el Atlético Madrid-Osasuna de la jornada 37.

Denuncia de LaLiga

En paralelo, LaLiga ha incluido, en su denuncia de incidentes de público de la jornada 33 de LaLiga EA Sports, el grito aislado de un aficionado, imitando aparentemente el sonido de un mono, desde la grada de animación en el partido Atlético Madrid-Athletic, dirigido a Nico Williams. El escrito refleja que el propio jugador del Athletic y el árbitro asistente comunicaron el hecho al árbitro principal, quien se dirigió al delegado de campo para solicitar la activación del protocolo contra el racismo y que se comunicara a través de la megafonía del estadio el cese de ese tipo de comportamientos.

LaLiga ha apuntado que, tras la difusión del mensaje, se reanudó el juego y no volvió a detectarse ningún grito, sonido o gesto que pudiera entenderse como impropio o intolerante durante el partido, en cuya acta arbitral se recogió la incidencia.

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