Le llaman ''fascista''
Las declaraciones más polémicas de Salva Ballesta
M.D.
Recordamos las frases menos deportivas del exfutbolista zaragozano, tras la decisión del Celta de no contar con él como segundo entrenador.
Salva Ballesta asegura "no tener ideas políticas fijas", y cree que la afición del Celta le rechaza por "ser facha". El exfutbolista del Atlético, Racing, Málaga y Valencia ha explicado la decisión del Celta de no contar con él en términos políticos, pero su historial de declaraciones desvela un personaje poco comprometido con los valores deportivos.
Durante su carrera como jugador, Salva ha lucido en sus botas de fútbol la bandera española y una inscripción, "con hierro incandescente", que reza 'Arriba España'. Según él, "así tenemos que ser todos los españoles, porque vas a cualquier país y lo defienden a muerte. Aquí parecemos todos gilipollas". De familia con tradición militar, el zaragozano pone a "la patria" por encima de su propia familia. Según ha explicado en diversas ocasiones, ese sentimiento es propio de una familia militar, e incluso su propio padre le apoya: "Es bueno que la gente patriótica no se deje vencer. Hoy en día está mal visto sentirse español y defender a tu país. ¡Servir a España hasta morir!".
El futbolista se ha definido en repetidas ocasiones como "apolítico" y simplemente "español". En abril de 2012, reconoció haber votado al Partido Popular, aunque le retiraría el voto "si lo hacen mal", y afirma que nunca votaría al PSOE. Ballesta dice no ser ni de derechas ni de izquierdas, aunque muchas afirmaciones le acercan a la ideología fascista. Hugo Sánchez fue su ídolo futbolístico, pero al margen del deporte, Salva Ballesta admira especialmente a García Morato, aviador militar español del bando franquista durante la Guerra Civil, y Hans Rudel, piloto alemán durante la Segunda Guerra Mundial. El guardia civil golpista del 23-F, Antonio Tejero, también se encuentra entre los ídolos de Salva o, al menos, entre las personas que le gustaría conocer, como afirmó en 2006.
A pesar de carecer de ideología, Salva Ballesta se ha pronunciado varias veces sobre temas políticos. El Estatut de Catalunya le pareció "una vergüenza" y "una pasada"; a la guerra de Irak habría ido "encantadísimo; si Aznar me hace ir, voy el primero"; y tras los atentados del 11-M, defendió otra actuación diferente a "las pancartitas y esas hostias": "La sociedad española quiere agarrarse a las leyes, porque si actúas de la manera en que hay que actuar, dicen que atentas contra la humanidad, pero yo lo tengo claro y tengo dos cojones para decirlo".
El futbolista, que fue Pichichi de Primera División en la temporada 1999-2000 y celebraba sus goles con el saludo militar, también tuvo un encontronazo con la afición de Osasuna. En un partido con el Málaga en El Sadar, después de ser expulsado por el árbitro, dedicó a la grada: "¡Que viva España, hijos de puta!". Ballesta, "religioso y cristiano", también opinó en estos términos sobre Oleguer, compañero de profesión en el Barcelona: "Le tengo más respeto a una caca de perro".