25-N
Navarro: 'No han conseguido convertir al PSC en un partido residual'
Redacción
Pese a lograr los peores resultados socialistas en unas elecciones catalanas, Pere Navarro no se siente "cuestionado". Rubalcaba califica el resultado de "digno".
Pere Navarro, líder del PSC. EFE
El candidato del PSC a la Generalitat, Pere Navarro, ha admitido que los 20 diputados que obtuvo este domingo su partido en las elecciones catalanas son un "mal resultado" pero ha subrayado que Artur Mas (CiU) no ha conseguido "uno de sus objetivos electorales, que era convertir al PSC en un partido residual". Navarro que no se siente "cuestionado" por su partido pese a haber cosechado los peores resultados socialistas en unas elecciones catalanas, y ha descartado convocar un congreso extraordinario.
"Las elecciones nos llegaron en el peor momento, porque Mas las convocó no sólo para garantizarse una mayoría absoluta, sino para convertir al PSC en un partido residual. Es evidente que hemos tenido malos resultados, los peores de nuestra historia, pero es evidente también que tenemos buena base para seguir trabajando en el futuro", ha asegurado.
"Me siento muy apoyado", ha sentenciado este lunes en rueda de prensa. Ha argumentado que un congreso interno es una cuestión muy endogámica y que lo que necesita el PSC ahora no es tanto dialogar consigo mismo como tender puentes con la sociedad para recuperar los apoyos perdidos.
Investidura de Mas
Pese a que no ha cerrado la puerta a apoyar la investidura del presidente catalán en funciones, Artur Mas, ha considerado muy difícil esta posibilidad, ya que CiU no tiene "credibilidad" tras incumplir por completo el acuerdo de investidura de 2010 con el PSC.
Rubalcaba cree que el resultado es ''digno''
El resultado del PSC ha sido "malo" pero "digno", teniendo en cuenta las circunstancias en las que se han producido estas elecciones, ha asegurado el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien el PSOE y los socialistas catalanes seguirán juntos "un largo camino" en un momento complicado en Cataluña.
El líder del PSOE ha considerado que sería bueno para Cataluña y para sus relaciones con el resto del país que CiU recuperara sus señas históricas, marcadas por la moderación y la defensa de la convivencia, ante el castigo recibido en las urnas.