Trump rebaja el tono
Trump diluye sus promesas más extremas tras ganar las elecciones
EFE
En su primera semana como presidente electo, el empresario ha descafeinado sus principales promesas electorales.
Euskaraz irakurri: Hauteskunde-kanpainan iragarritako asmoei garrantzia kendu die Trumpek
El magnate Donald Trump ha diluido las promesas más extremas y temidas de su campaña en su primera semana como presidente electo de Estados Unidos, pero persiste la incertidumbre dentro y fuera del país por saber hasta qué punto las cumplirá.
Desde su victoria el pasado día 8, el presidente número 45 de la historia de Estados Unidos ha bajado el volumen de los gritos de guerra que encendieron a millones de seguidores en sendas entrevistas con la cadena CBS y el periódico The Wall Street Journal.
"Construye el muro", "Enciérrala", "Drenar el pantano", le pidieron con fervor millones de personas durante el último año y medio en sus multitudinarios mítines por todo el país.
Ahora, tras caer el telón de la campaña, el muro parece que será más bien una valla, Hillary Clinton es una "buena persona" a la que no quiere "hacer daño" procesándola y el "pantano" de Washington se llena más que se drena con los cabilderos y veteranos políticos de carrera que van conformando su equipo.
Cuando era el candidato del hombre blanco enfadado, Trump prometió levantar un muro de unos 1.600 kilómetros de largo en la frontera sur del país, hacer que México pagase por él y crear una "fuerza de deportación" para devolver a los 11 millones de indocumentados a sus países de origen.
En su conversación de "60 minutos" con CBS, el presidente electo rebajó el domingo su discurso hasta posiciones más conciliadoras con el aparato de su partido: deportación de "los dos o tres millones" de indocumentados con antecedentes penales y -la manida promesa de- "reforzar la seguridad de la frontera".
Antes de "tomar una decisión" sobre el futuro de los otros ocho millones de indocumentados, a los que ahora llama "gente fantástica", el presidente Trump no hará nada más que lo que prometieron todos sus rivales en las primarias: "asegurar la frontera".
Las propuestas bomba de su campaña parecen ir perdiendo intensidad y de algunas ya ni habla, como de prohibir la entrada al país a todos los musulmanes hasta que las autoridades determinen "qué está pasando".
Otra de las promesas de Trump que se tambalea es la de revocar "completamente" la "desastrosa" reforma sanitaria del presidente Barack Obama, considerada el mayor logro en política nacional de los últimos ocho años.
Tras reunirse con Obama el pasado jueves en la Casa Blanca, Trump se mostró abierto en su charla con The Wall Street Journal a "estudiar sus sugerencias" y a mantener algunas de las partes clave, como la cobertura para las personas con enfermedades preexistentes y la de los jóvenes en el seguro de sus padres hasta los 26 años.
"Sin duda le están diciendo que muchas de sus grandes promesas son o demasiado caras, o no factibles o que el Congreso no las apoyará. ¿Se decepcionará su base? Quizá pero yo creo que aceptarán esa decepción y seguirán agarrándose a las grandes promesas de que todo será mejor con Trump", señala Robert J. Spitzer, experto en Presidencia de la Universidad Estatal de Nueva York en Cortland.
rk en Cortland.