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La reedición del pacto PNV-PSE arrebataría seis alcaldías a EH Bildu y una al PP

Agencias | Redacción

En Gipuzkoa, el PSE podría recuperar las alcaldías de Andoain y Pasaia y el PNV sumar las de Lezo, Mendaro y Soraluze. En Álava, el pacto PNV-PSE puede desbancar al PP del Ayuntamiento de Laguardia.

Plaza de Andoain (Gipuzkoa). Foto: Asier Garitaonandia

Euskaraz irakurri: EAJ-PSE itunak sei alkatetza kenduko lizkioke EH Bilduri, eta beste bat PPri

La reedición del pacto PNV y PSE-EE, vigente en la pasada legislatura, afianzaría los gobiernos forales y de gran número de ayuntamientos, además de arrebatar, si se aplica en todos los municipios, seis alcaldías a EH Bildu (cinco en Gipuzkoa y una en Bizkaia) y una al PP en Álava.

En Gipuzkoa, el PSE podría recuperar las importantes alcaldías de Andoain y Pasaia y el PNV sumar las de Lezo, Mendaro y Soraluze en el caso de que estas dos formaciones decidieran sumar sus votos en todos los municipios el próximo 15 de junio, cuando se constituyan los ayuntamientos.

EH Bildu ganó el domingo las elecciones en Andoain, con 7 concejales, mientras que el PSE obtuvo 5, el PNV 4 y Elkarrekin Podemos 1, lo que implica que la unión de jeltzales y socialistas les otorgaría la mayoría absoluta.

Sin embargo, el antecedente inmediato no invita a apostar por el acuerdo, ya que con números similares (EH Bildu 6, PSE 5, PNV 4, Ganemos 1 e Irabazi 1) los jeltzales decidieron hace cuatro años no apoyar a los socialistas y permitieron gobernar a EH Bildu, rompiendo así el pacto general acordado entre ambas formaciones.

Otra plaza de mucho peso específico, Pasaia (más de 16.000 habitantes) permanece pendiente de la reedición del pacto, ya que EH Bildu ha ganado con 6 ediles, mientras que el PSE ha conseguido 5, el PNV 4 y Elkarrekin Podemos 2.

En la pasada legislatura, el PNV apoyó a la socialista Izaskun Gómez para ser alcaldesa, aunque en este caso se trataba de la lista más votada, mientras que ahora el pacto implicaría arrebatar la Alcaldía al partido ganador, el paso que los jeltzales no quisieron dar en Andoain en 2015.

Si se aplica el pacto, el PNV se haría con las alcaldías de Lezo, Mendaro y Soraluze, a pesar de la victoria de EH Bildu. En 2015 los nacionalistas no respetaron el principio de lista más votada en Astigarraga ni en Soraluze, donde se valieron del apoyo socialista para gobernar, en detrimento de la izquierda abertzale.

Además, el pacto serviría a ambos partidos para asegurarse las alcaldías de localidades en las que han ganado con mayoría relativa, como Tolosa, Arrasate, Azkoitia, Elgoibar, Legazpi y Zarautz, donde el voto o la abstención de los ediles del PSE resultan imprescindibles para que los jeltzales retengan el gobierno.

No obstante, la alternativa en todos estos municipios sería EH Bildu, que necesitaría de un improbable apoyo expreso de los socialistas para arrebatar las alcaldías al PNV.

Del mismo modo, en Donostia-San Sebastián, sólo un pacto de partidos de izquierdas entre EH Bildu, el PSE-EE y Elkarrekin Podemos podría desbancar de la Alcaldía a Eneko Goia, al que le bastará una abstención de los socialistas para hacerse con el bastón de mando el 15 de junio.

El escenario en Irun muestra aristas más afiladas, ya que en esta localidad el pacto PNV-PSE acabó rompiéndose en plena legislatura, entre un cruce de durísimas acusaciones entre el alcalde, el socialista José Antonio Santano, y el portavoz jeltzale, Xabier Iridoy.

Ambos han vuelto a ser elegidos y mientras que Santano ha revalidado sus 10 concejales, Iridoy ha conseguido subir 2 y situarse con 7, Elkarrekin Podemos ha logrado 4, EH Bildu 3 y el PP 1.

El PNV podría plantear una mayoría alternativa con EH Bildu y Podemos para desalojar a Santano de la segunda ciudad de Gipuzkoa, feudo histórico socialista, aunque este movimiento podría tener graves consecuencias para la consecución de un acuerdo de gobernabilidad general.

Alonsotegi (Bizkaia). Foto: Imanol Aragón

En Bizkaia, el acuerdo entre el PNV y el PSE-EE consolida la gran mayoría de los ayuntamientos importantes del territorio, sobre todos lo más grandes y urbanos, donde el PNV es el más votado, salvo los dos únicos socialistas, Portugalete y Ermua.

El pacto podría otorgar a los nacionalistas la alcaldía de la localidad de Alonsotegi, de 3.000 habitantes y pueblo natal del lehendakari Iñigo Urkullu, que han perdido al verse superados en votos por EH Bildu, pero no llega a más municipios por la escasa presencia socialista en las zonas rurales.

El PNV también podría arrebatar a EH Bildu la alcaldía de Abadiño (7.500 habitantes), si se reedita el acuerdo de los jeltzales con los independientes.

Por contra, un apoyo de Elkarrekin Podemos a EH Bildu daría a la coalición abertzale el gobierno de los municipios de Durango (más de 28.000 habitantes) y Elorrio (más de 7.000 habitantes), donde ha ganado el PNV, y también el de Galdakao (casi 30.000 vecinos) si se suma la candidatura independiente que reclama la llegada del Metro al municipio y rechaza el plan de la Diputación y el Gobierno Vasco de ampliar la línea de Eusko Tren.

En Álava, el pacto PNV-PSE puede desbancar al PP del Ayuntamiento de Laguardia, tradicional feudo de los populares.

Aunque el PP sigue siendo la fuerza más votada ha perdido un concejal y ha pasado de 4 a 3.

El PNV, con 3 concejales, podría conseguir la Alcaldía si suma otro edil del PSE.

También cabe la posibilidad de que el PNV reciba el apoyo de los 2 concejales de EH Bildu para desalojar al PP.

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