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Análisis

Estados Unidos y sus líos fiscales

Jesús Torquemada

Redacción

Hace mes y medio se libraron de lo que llamaban "precipicio fiscal". A lo de ahora lo llaman "secuestro fiscal".

Los estadounidenses están metidos otra vez en un lío fiscal que es difícil de explicar porque no lo entienden ni ellos. Hace mes y medio se libraron de lo que llamaban "precipicio fiscal". A lo de ahora lo llaman "secuestro fiscal".

Básicamente, las dos cosas son lo mismo, o al menos tienen el mismo origen. Estados Unidos tiene un déficit público muy elevado, y tanto los republicanos como los demócratas están de acuerdo en que hay que reducirlo; pero las recetas que defiende cada uno de los partidos son muy diferentes.

Los demócratas, con Obama a la cabeza, dicen que hay que recaudar más, y que para eso hay que elevar los impuestos a los más ricos. Los republicanos dicen lo contrario, que lo que hay que hacer es reducir los gastos, sobre todo el gasto social, del que se benefician los más pobres. Vamos, que estamos ante lo de siempre: socialdemocracia frente a liberalismo.

El "precipicio  fiscal" fue evitado en el último momento porque los republicanos aceptaron una leve subida de impuestos a los más ricos de los ricos, que no afectará ni al 1% de los estadounidenses. El "secuestro fiscal" puede ser aún peor que el "precipicio", porque implica el recorte automático de todos los gastos, desde los militares a los civiles.

Les quedan unas horas para negociar, y probablemente harán lo mismo que hace mes y medio y lo mismo que hace año y medio: alcanzar un acuerdo de mínimos que les permita ir tirando hasta la próxima crisis fiscal, que se producirá sin duda, porque el problema de fondo sigue sin resolverse.