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Análisis

La peligrosa excepción de Chipre

Jesús Torquemada

De repente, los ahorradores normales de Chipre serán un 6,75% más pobres.

En el caso de Chipre, la Unión Europea ha sentado un precedente peligroso.

Al estallar la crisis actual, todos los estados de la Unión Europea dijeron que iban a garantizar los depósitos bancarios hasta los 100.000 euros. Es decir, que el dinero ahorrado hasta esa cantidad no se podía perder nunca; en todo caso, podrían perderse las cantidades superiores.  Esa promesa la hicieron para evitar el pánico financiero, para impedir que la

gente acudiera en masa a los bancos a llevarse su dinero en efectivo.

Esa promesa ha sido rota en el caso de Chipre. Los ahorradores perderán un 6,75% de su dinero ahorrado si es menos de 100.000 euros, y un 9,9% si es más de 100.000. Aunque se vaya a disfrazar como un impuesto, es una confiscación. De repente, los ahorradores normales son un 6,75% más pobres.

Es verdad que el caso de los bancos chipriotas es especial. Al menos un tercio de los depósitos están en manos de extranjeros, sobre todo de rusos que han utilizado esos bancos para cometer fraude fiscal.

La canciller alemana, Angela Merkel, no podía explicar a los alemanes que tenían que poner dinero para que los mafiosos rusos conservasen el suyo, y por eso Alemania ha impuesto está fórmula para que los rusos, y de paso todos los chipriotas, pierdan dinero.

Cuando se decretó una quita en la deuda griega, es decir, que los tenedores de deuda griega asumieran pérdidas, se dijo que era un caso excepcional. Ahora, cuando todos los ahorradores en Chipre pierden dinero, también se dice que es excepcional.

Pero, por definición, excepción solo hay una; dos excepciones ya empiezan a parecer una regla.