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Análisis

Obama y Putin se ven las caras

Jesús Torquemada

Ambos mandatarios participan este jueves en la cumbre del G-20 en San Petersburgo.

Se suponía que los líderes del G-20, reunidos hoy en San Petersburgo, debían abordar algunos de los problemas económicos mundiales, entre ellos el tema de los paraísos fiscales; pero van a dedicar casi todo su tiempo al tema de Siria.

Al margen de lo que hablen en la mesa, en los pasillos va a ser Siria lo que va a predominar.

Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Rusia, Vladimir Putin, se van a ver las caras. Obama, decidido ya a atacar a Siria. Putin, decidido a impedir que ese ataque tenga lugar.

Obama, con el problema de que tiene que lograr el respaldo de su Congreso, y los congresistas están divididos sobre la cuestión. Putin no necesita el respaldo de la Duma, y la inmensa mayoría de los diputados rusos son favorables a Siria.

Obama tiene que buscar además aliados externos, y la mayoría de sus amigos, sobre todo los europeos, dudan o ya han dicho que no. Los aliados de Rusia en esta crisis, especialmente Irán y Líbano, pero también China, lo tienen, por el

contrario, muy claro: todos cierran filas detrás del presidente sirio, Bashar El Assad.

Ayer Putin dijo algo que se interpretó mal: dijo que podría aceptar un ataque a Siria si: uno, se demuestra que Assad ha dado la orden de emplear armas químicas; y dos, si lo autoriza el Consejo de Seguridad de la ONU. Lo primero es difícil de demostrar; lo segundo depende precisamente de Rusia, que tiene derecho a veto en el Consejo.

Así que, lo que dijo en realidad Putin es que el ataque estadounidense, si se produce, será ilegal y Rusia estará enfrente.