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Análisis

Salmond da el golpe

Iñigo Herce

Redacción

Fue el vencedor del segundo debate celebrado antes de la consulta en Escocia. El primer ministro escocés logró ayer contraatacar a su oponente, tras ser derrotado en el primer cara a cara.

Alex Salmond fue el vencedor del segundo debate celebrado antes de la consulta sobre la independencia de Escocia. Si en el primer cara a cara la cuestión de la salida de la libra logró arrinconarle al no ofrecer respuestas convincentes, el primer ministro escocés logró ayer sobreponerse a la situación y contrataatacar a su oponente.

Alistair Darling, exministro de Finanzas con Gordon Brown, se jugó todo a la carta de la moneda. Pero Salmond argumentó con una carga de profundidad que no supo blandir en el primer round: la salida de Escocia de la libra esterlina sería tan perjudicial para los escoceses como para el resto de Gran Bretaña, ya que esta tendría que asumir la parte de la deuda que no asumiría una eventual Escocia independiente de quedarse esta fuera de la moneda común. Frente a la amenaza de una expulsión del paraíso monetario, Salmond reivindicó un acuerdo entre las dos naciones para seguir utilizando la misma moneda.

El debate tuvo poco de identitario y mucho de políticas concretas que afectan a los ciudadanos, incluyendo cuestiones como el petróleo del mar del Norte o el futuo de las bases de submarinos nucleares Trident. El líder independentista puso el foco en los recortes que para el Estado del bienestar de los escoceses supone seguir pendientes del presupuesto que decide Londres. Así, argumentó que los recortes impulsados en el Sistema Nacional de Salud y la tendencia a la privatización perjudican a los hospitales de Escocia. Y acorraló a Darling cuando le preguntó por las proyecciones de niños en situación de pobreza y la falta de políticas contra el desempleo.

En un debate vivo, plagado de réplicas y contrarréplicas libres, muy alejado de los encorsetados debates a los que estamos acostumbrados, con una intensa participación del público que anima o abuchea a los políticos, los dos políticos demostraron que la partida de los últimos días va a ser muy intensa y que, pese a las encuestas, no todo está ganado para los partidarios del no ni perdido para los independentistas.

Hacia el final de la noche, Alex Salmond sacó una de sus cartas mejor guardadas y de mayor simpleza y profundidad, cuando espetó a su oponente: “Si el no gana, yo aceptaré el resultado. ¿Está dispuesto usted a aceptar la decisión de los escoceses con todas sus consecuencias si estos deciden ser independientes?. El silencio de Alistair Darling aún resuena en el magnífico teatro que sirvió de escenario al debate.