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Análisis

Arabia Saudí se mete a fondo en Yemen

Jesús Torquemada

Los hutíes, que son chiíes, están avanzando en el control del país. Esos supone una victoria para Irán y Arabia Saudí quiere evitarlo a toda costa.

La guerra civil de Yemen se está convirtiendo rápidamente en una guerra civil musulmana. En concreto, se está formando una amplia coalición, liderada por Arabia Saudí, cuyo objetivo es parar los pies a Irán. Arabia Saudí rivaliza con Irán por ser el gallito de la región. Mientras que Irán es el líder de los chiíes, la rama minoritaria del Islam, Arabia Saudí quiere ser el jefe de los suníes, la rama mayoritaria.

El análisis que están haciendo Arabia Saudí y sus aliados es el siguiente: en Yemen, las milicias del clan de los hutíes, que son chiíes y están apoyados por Irán, están a punto de hacerse con el control de Aden, la capital económica de Yemen, y ya controlan Saná, la capital política. Eso es una victoria para Irán, que ya tiene mucha influencia en los gobiernos de Irak, Siria y Líbano. Si Irán consigue controlar Yemen, estará haciendo una pinza a Arabia Saudí, desde el Norte y desde el Sur. Por eso, Arabia Saudí ha decidido meterse de lleno en la guerra de Yemen, enviando soldados y aviones. Y lo mismo van a hacer varios de sus aliados: Emiratos Árabes, Kuwait, Bahrein, Qatar, Jordania, Marruecos, Egipto y Pakistán. Según la cadena Al-Arabiya, cercana al Gobierno saudí, Arabia Saudí va a desplegar nada menos que 150.000 soldados. O sea, como los que desplegó Estados Unidos en Afganistán en el momento más fuerte de aquella guerra.