Demasiada calma para un problema urgente

Por fin la Unión Europea va a intentar tomar decisiones conjuntas sobre el tema de los refugiados; pero, para lo urgente que es el tema, se lo está tomando con demasiada calma. Los ministros de Justicia e Interior de los 28 socios de la Unión se reunirán el 14 de septiembre.

Pero los jefes de Estado y Gobierno, que son realmente los que tienen capacidad de decisión, no se juntarán hasta el 8 de octubre, que es cuando tienen prevista su reunión habitual. Es decir, no van a celebrar una cumbre extraordinaria adelantada. Y de aquí al 8 de octubre, a saber cuántas tragedias más se van a producir.

Aunque sea tarde, lo importante es que todos los gobiernos entiendan que es necesaria una política europea conjunta; que hay que decidir qué hacer con los refugiados y que todos los gobiernos tienen que hacer lo que se decida.

Lo más lógico es repartirse los refugiados entre todos los países de la Unión, y eso nos lleva otra vez al tema de las cuotas. Y ahí nos encontraremos otra vez con el mismo problema: por un lado, que hay países que no quieren aceptar a ningún refugiado; y por otro, que los refugiados no quieren ir a cualquier país europeo, sino que claramente expresan su preferencia por Alemania, Suecia y Reino Unido.