Polémica en Italia
Berlusconi: "Si hay menos inmigrantes habrá menos criminales"
Redacción
"Una disminución de los extracomunitarios en Italia significa menos fuerzas que van a engrosar las filas de las organizaciones criminales", ha asegurado el primer ministro italiano.
El primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, ha vuelto hoy a encender la polémica en relación al tema de la inmigración al afirmar que con menos inmigrantes, en Italia habría menos criminales, según ha declarado durante el lanzamiento de un plan antimafia aprobado hoy por el Gobierno.
"Una disminución de los extracomunitarios en Italia significa menos fuerzas que van a engrosar las filas de las organizaciones criminales", ha asegurado el premier tras defender la lucha de su Gobierno contra la inmigración clandestina y cuyos resultados están siendo ya "muy positivos".
Berlusconi ha hecho estas declaraciones en Reggio Calabria, la ciudad del sur de Italia que ha acogido esta mañana un Consejo de Ministros especialmente dedicado a la batalla contra la mafia. Reggio Calabria es la capital de la Calabria, una de las regiones del sur de Italia más sometidas al poder de la mafia, concretamente, a la ''Ndrangheta''.
De hecho, el Gobierno decidió reunir allí a sus ministros en respuesta a algunos acontecimientos especialmente preocupantes registrados en las últimas semanas, tales como las amenazas a los magistrados por parte de la ''Ndrangheta'' y los altercados de Rosarno, la localidad de la que recientemente fueron expulsados centenares de inmigrantes que trabajaban en negro en la recolección de la fruta.
Sin embargo, en lugar de denunciar la degradante situación en que los inmigrantes se veían obligados a vivir, Berlusconi ha renovado el empeño de su Gobierno en plantar cara a la inmigración clandestina.
Respuesta
La reacción del principal partido de la oposición, el Partido Demócrata (PD), no ha tardado en llegar. Una de sus parlamentarias, Livia Turco, ha calificado las declaraciones de Berlusconi de "vergonzosas" porque con ellas se "incita al racismo" y se "alimenta un clima de intolerancia, cuyas consecuencias son imprevisibles".