La UE tomará "medidas decididas" para asegurar la estabilidad

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha anunciado hoy a los medios un "acuerdo" sobre la situación en Grecia. En él, los miembros de la zona euro se comprometen a tomar medidas "decididas y coordinadas" para salvaguardar la estabilidad financiera en la zona, si fuera necesario.

Rompuy ha leído una declaración común sobre la crisis presupuestaria de Grecia y ha señalado que Atenas "no ha pedido ningún apoyo financiero" a sus socios. Sobre este tema, la declaración incide en que la UE apoyará "plenamente" los esfuerzos del Gobierno griego "y su compromiso de hacer todo lo que sea preciso".

"Hacemos un llamamiento al Gobierno griego para que aplique todas esas medidas de manera rigurosa y determinada, a fin de reducir de forma efectiva el déficit público en cuatro puntos en 2010", indican los socios europeos.

Además, invitan al Consejo Ecofín (ministros de Finanzas de la UE) a que adopte, en su reunión del 16 de febrero, sus recomendaciones a Grecia. Según el documento, la Comisión "vigilará estrechamente el cumplimiento de las recomendaciones". La primera evaluación de este proceso será realizada en marzo.

La grave situación de las finanzas griegas ha colocado a los países del euro en situación de emergencia por primera vez desde que se creó la moneda única europea hace once años.

Los líderes de la Unión Europea se han reunido hoy en Bruselas para examinar la situación económica y debatir cómo ayudar a Grecia a salir de su crisis presupuestaria.

Desde primera hora de la mañana han estado reunidos en la sede habitual del Consejo el presidente permanente, el belga Herman Van Rompuy; el presidente de turno de la Unión y jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero; el del Eurogrupo, Jean Claude Juncker; el del Banco Central Europeo, Jean Claude Trichet; y el de la Comisión, José Manuel Durão Barroso.

Poco después también llegaron al Justus Lipsius el primer ministro griego, Merkel y Sarkozy.

El compromiso anunciado por Van Rompuy deberá recibir ahora el respaldo de todos los demás socios, especialmente del resto de los miembros de la zona del euro.