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Análisis

Turquía, la UE y los refugiados

Jesús Torquemada

Ankara consigue dinero y un trato político preferente a cambio de que impida a los sirios, afganos e iraquíes entran en Europa.

La Unión Europea no ha sabido organizar de forma conjunta la acogida de los refugiados que huyen de Siria. La crisis de los refugiados se ha descontrolado y el resultado es la adopción de medidas que no solucionan el problema. Una de esas medidas es el acuerdo firmado ayer por la Unión Europea con Turquía. Se trata de dar a Turquía dinero y un trato político preferente para que, a cambio, Turquía impida a los sirios, afganos e iraquíes que continúen su camino hacia Europa. Turquía consigue, a cambio, que se desbloqueen las negociaciones para su entrada en la Unión Europea.

Pero, en el fondo, ni los europeos se fían de los turcos ni los turcos se fían de los europeos. Los europeos saben que el Gobierno turco adopta actitudes cada vez más autoritarias y que los intereses de Turquía son, en muchos casos, muy diferentes de los de la Unión Europea, como se está viendo en Siria. Los turcos saben que su adhesión completa a la Unión Europea es casi imposible, porque Grecia y Chipre se oponen, y porque en varios países, entre ellos Francia, la entrada de Turquía tendría que ser aprobada en referéndum.