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Análisis

Empieza el gran circo electoral americano

Jesús Torquemada

La primera actuación va a ser en Iowa, un Estado del centro del país al que se le da demasiada importancia sin tenerla.

Hoy comienza el gran circo electoral americano, que nos va a tener entretenidos los próximos seis meses. La primera actuación va a ser en Iowa, un Estado del centro del país al que se le da demasiada importancia sin tenerla. Iowa está muy poco poblado y no representa en absoluto a los estados de la Costa Este y la Costa Oeste, que es donde se concentra la mayoría de la población de Estados Unidos.

Más del 90% de los habitantes de Iowa son blancos y un porcentaje muy elevado viven de la agricultura; nada que ver, por tanto, con California o Nueva York, donde hay mucha más variedad étnica y la gente vive de los servicios o la industria. Además, Iowa tiene un porcentaje de evangélicos, es decir, seguidores estrictos de la Biblia, mucho mayor que el que se encuentra en las grandes ciudades.

Por eso, no hay que fiarse nada de los caucus o asambleas de Iowa. Ganar allí no asegura conseguir la Presidencia. Hace cuatro años, en Iowa ganó entre los republicanos un tal Rick Santorum, del que ya nadie se acuerda. Ahora bien, perder allí puede ser un problema para los candidatos que llegan con la etiqueta de favoritos. Que se lo pregunten a Hillary Clinton, que hace ocho años perdió en Iowa y a partir de ahí fue a remolque de un tal Barack Obama.