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Análisis

Los papeles de la vergüenza

Jesús Torquemada

El volumen de dinero escondido es tan grande que podría arreglar algunos de los problemas mundiales más acuciantes.

El caso de los "papeles de Panamá" plantea cuestiones morales, legales y económicas. Tener una cuenta en el extranjero no es ilegal, siempre y cuando sea declarada a Hacienda y se tribute por los beneficios que esa cuenta produce. Lo que pasa es que, en muchos casos, esa cuenta en el extranjero se utiliza para blanquear dinero, para evadir impuestos o para las dos cosas a la vez.

En los paraísos fiscales hay empresas especializadas en crear estructuras para mover el dinero de un paraíso fiscal a otro, para proporcionar titulares de cuenta falsos, para facilitar, en suma, que los verdaderos dueños de esas cuentas puedan evadir el pago de impuestos en su país de origen. Y hay muchos paraísos fiscales. Panamá, curiosamente, salió hace unos años de la lista negra de paraísos fiscales; pues bien, si en Panamá se hacen este tipo de cosas, a imaginar lo que harán en los paraísos fiscales que siguen en la lista negra.

El volumen de dinero escondido es tan grande que podría arreglar algunos de los problemas mundiales más acuciantes. Es el momento de organizar una actuación internacional coordinada para ahogar a esos paraísos fiscales. Hay que aprovechar el impacto causado por los "papeles de Panamá". El escándalo no ha hecho más que empezar. El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, como buenos periodistas que son, irán dosificando las filtraciones para proporcionar titulares todos los días.