Análisis
Trump y la cuestión de Jerusalén
Jesús Torquemada
El presidente electo de EE.UU. ha prometido que trasladará la embajada de su país en Isral de Tel Aviv a Jerusalén. Los palestinos ya han avisado de que lo considerarán una declaración de guerra.
70 países se reunieron ayer en París para apoyar la creación de un Estado palestino y pedir a Israel que deje de construir colonias en los territorios ocupados palestinos. A Israel le da igual que sean 70 países o que sean 200. Ya dijo desde el comienzo que esa conferencia no serviría para nada, de la misma manera que no sirven para nada las resoluciones de la ONU. Además, los reunidos en París ni adoptaron ninguna medida ni fijaron ningún plazo, con lo cual, efectivamente, la reunión no sirve para arreglar el problema entre israelíes y palestinos. Pero sí sirvió para enviar un mensaje a Donald Trump, que dentro de cuatro días será presidente de Estados Unidos.
Trump ha prometido que trasladará la embajada de Estados Unidos en Israel de Tel Aviv a Jerusalén. Eso va en contra de las resoluciones de la ONU, que no reconoce a Jerusalén como capital de Israel. Ningún país del mundo tiene su embajada en Jerusalén; si Estados Unidos la traslada, se creará una crisis diplomática sin precedentes. Los palestinos ya han avisado de que lo considerarán una declaración de guerra. El presidente saliente, Barack Obama, no consiguió la paz entre israelíes y palestinos. Lo intentó mediante su secretario de Estado, John Kerry, pero tiró la toalla. El presidente entrante, Donald Trump, puede empeorar aún más las cosas.