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Análisis

El debate francés

Jesús Toquemada

Los dos candidatos consiguieron sus objetivos en el debate televisado de ayer. Ambos pescarán votos de otros candidatos de la primera vuelta, Macron más que Le Pen.

Los dos candidatos consiguieron sus objetivos en el debate televisado de ayer. Marine Le Pen repitió una y otra vez que Emmanuel Macron fue ministro con el presidente saliente, François Hollande, y le acusó de estar vendido al capital extranjero y de no defender los derechos de los franceses. Macron recordó que Marine es miembro de la dinastía ultraderechista Le Pen, que su discurso incita al odio y la división y que no concreta cómo va a llevar a cabo su programa porque es imposible de cumplir.

Marine Le Pen estuvo al ataque desde el primer momento, con un punto de sarcasmo y de arrogancia, y Macron se defendió de manera ordenada, sin perder los nervios y lanzando algún contraataque. Tras el debate de ayer, los dos candidatos mantendrán los votos que lograron en la primera vuelta; va a haber muy pocas fugas, por no decir ninguna, de votantes de Macron hacia Le Pen y viceversa. Le Pen pescará unos cuantos votos que fueron a Fillon en la primera vuelta y hasta puede que alguno de los que fueron a Mélenchon. Macron también pescará en esas mismas aguas, y en sus redes caerán más votos que en las de Le Pen. Pero hay un resultado del debate que es muy importante. Marine Le Pen ha conseguido su principal objetivo: que el Frente Nacional sea visto como un partido normal, un partido como los otros, un partido que puede gobernar, después de décadas en la marginalidad.