Análisis
Misil tras misil en Corea
Jesús Torquemada
Pese a las sanciones económicas del Consejo de Seguridad de la ONU, Pyongyang no va a ceder, porque está acostumbrada a vivir aislada. Tenemos misiles para rato.
La tensión sigue imparable en Corea. Corea del Norte ha lanzado otro misil de medio alcance, de los que llegan a más de 1.000 kilómetros. El misil ha sobrevolado la isla japonesa de Hokaido, lo cual es una violación del espacio aéreo de Japón. Por su parte, Corea del Sur ha lanzado como respuesta dos misiles de corto alcance, es decir, que no llegan a los 1.000 kilómetros de distancia. Corea del Sur no tiene misiles grandes, como los de Corea del Norte, pero los que tiene le bastan para alcanzar casi todo el territorio norcoreano. Los tres misiles han caído en el mar; pero el norcoreano ha obligado a hacer sonar las sirenas que advierten a la población de Hokaido de un peligro de ataque.
La tensión no se va a reducir porque Corea del Norte va a seguir probando misiles. Las sanciones económicas que le ha impuesto el Consejo de Seguridad de la ONU no van a hacer que Kim Jong-un cambie de opinión. No se puede aplicar un bloqueo total de la economía norcoreana porque China y Rusia no lo permiten. Pero, incluso aunque se llegase a ese bloqueo, Kim tampoco iba a ceder. Corea del Norte está acostumbrada a vivir aislada; es más, busca conscientemente ese aislamiento. Así que tenemos misiles para rato.
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