Análisis
Balcanes sí, pero (mucho) más tarde
Jesús Torquemada
La UE ha optado por la prudencia, ha prometido dinero a cambio de reformas democráticas, pero ha quitado la fecha de 2025 que barajaba hasta ahora.
La Unión Europea tiene un dilema con los Balcanes. Serbia, Montenegro, Bosnia, Macedonia, Albania y Kosovo quieren entrar en la Unión. La Unión es consciente de que no puede dejarles a las puertas, por varios motivos. Uno, que la Unión tiene la vocación de abarcar a todo el continente europeo. Dos, que si no entran en la Unión esos países van a seguir siendo muy inestables. Y tres, muy importante, que si la Unión no acepta a esos socios, Rusia, China y Turquía aprovecharán el vacío y se meterán en esa esquina del territorio europeo.
Pero la Unión todavía no ha digerido bien las últimas ampliaciones. En los últimos 14 años, ha pasado de 15 a 28 miembros, y eso ha causado muchos problemas de funcionamiento. Además, la crisis económica y social ha dejado a la Unión agotada. No hay fuerzas ni consenso para una nueva ampliación. Y menos a países tan conflictivos. Serbia y Kosovo están casi en guerra, Bosnia está dividida en tres partes, Macedonia tiene una discusión histórica con Grecia acerca de su nombre. En ese contexto, la Unión ha optado por la prudencia, ha prometido dinero a cambio de reformas democráticas, y ha dicho que sí, que en el futuro podrían ser socios. Pero ha desaparecido la fecha de 2025 que se barajaba hasta ahora como la de la posible ampliación.