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Análisis

Pocos soldados como para echar a Maduro

Jesús Torquemada

Este motín no es, ni mucho menos, el primero. Sin embargo, hasta ahora, han sido acciones de grupos pequeños de soldados; para un golpe de Estado hace falta mucha más gente y mucho más organizada.

El motín de un grupo de soldados contra el presidente Nicolás Maduro indica que hay un cierto malestar en las Fuerzas Armadas venezolanas. Al mismo tiempo, da la impresión de que ese malestar no es tanto como para que los militares den un golpe de Estado y depongan a Maduro.

Este motín no es, ni mucho menos, el primero. El año pasado hubo otro, y hace dos años otro un poco más grave, en el que los rebeldes llegaron a emplear dos helicópteros. Por otra parte, hay que tener en cuenta el atentado con drones que se produjo el pasado agosto en Caracas durante un desfile militar presidido por Maduro, sin aclarar del todo. Hasta ahora, son acciones de grupos pequeños de soldados; para un golpe de Estado hace falta mucha más gente y mucho más organizada.

La intentona de ayer parece inspirada por la promesa de la Asamblea Nacional, dominada por la oposición, de que "ofrecerá garantías a los militares que se pongan del lado del pueblo". Eso es un llamamiento en toda regla a la insurreción militar.

En ese Parlamento, salido de las elecciones de 2015, tiene mayoría la oposición. Maduro anuló en la práctica a la Asamblea Nacional al convocar una Asamblea Constituyente, pero dejó que la Asamblea Nacional siguiera reuniéndose. Lo más probable es que ahora Maduro tome represalias contra la Asamblea Nacional.