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Análisis

Trump, satisfecho de sí mismo

Jesús Torquemada

En su discurso de ayer ante el Congreso, el presidente de EE. UU. manipuló los datos para contar que la economía va estupendamente gracias a él y auguró más aranceles a China.

El discurso de Trump ayer ante el Congreso fue el comienzo de su campaña para la reelección. Aunque las elecciones son el año que viene, en Estados Unidos las campañas son muy largas. Trump quiso dar la imagen de un presidente serio y responsable, dispuesto a buscar acuerdos con la oposición demócrata. Destacó todo lo que, según él, ha hecho bien. Como hace de costumbre, manipuló los datos para contar que la economía va estupendamente gracias a él. Y hasta aseguró que, si no fuera por él, Estados Unidos y Corea del Norte ya estarían en guerra. Por cierto, anunció que a finales de febrero volverá a reunirse con el norcoreano Kim.

En política exterior, hizo una mención a Maduro, al que condenó por su "brutalidad", pero no dio pistas sobre cuál va a ser su paso siguiente en Venezuela. Más tiempo dedicó a China, para decir que va a continuar con su guerra comercial. Según Trump, China ha abusado de Estados Unidos, robándole puestos de trabajo y riqueza. Eso ha ocurrido, según él, por culpa del comercio, porque China exporta a Estados Unidos mucho más de lo que importa. Eso se acabó, según Trump. Quiere obligar a China a que importe más de Estados Unidos. Si no, seguirá imponiendo aranceles, o sea, impuestos al comercio. Y esa guerra comercial es ahora mismo el principal peligro para la economía mundial.