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Análisis

Montevideo, capital de Venezuela

Jesús Torquemada

A Maduro le viene bien la iniciativa del Grupo de Contacto porque le permite ganar tiempo; Guaidó, en cambio, mira con desconfianza a esa iniciativa.

Hay algo en lo que coinciden los seis países europeos y los cinco americanos que se reúnen hoy en Montevideo para poner en marcha el Grupo de Contacto sobre Venezuela.

Los once coinciden en rechazar una intervención militar en Venezuela, lanzando así un aviso a Trump, que ha dado a entender que está pensándose esa intervención. Los seis países europeos (Alemania, Francia, Reino Unido, España, Holanda y Suecia) han reconocido a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.

Entre los cinco americanos, uno es claramente favorable a Maduro, en concreto Bolivia, dos han reconocido a Guaidó (Ecuador y Costa Rica) y los otros dos, Uruguay y México, no han reconocido a Guaidó, y, por tanto, siguen reconociendo a Maduro, pero opinan que hay que adelantar las elecciones presidenciales en Venezuela.

El Grupo de Contacto no se plantea actuar como mediador, pero sí intentará dialogar con el Gobierno y la oposición para promover una elección presidencial libre y justa; según la oposición, la de mayo del año pasado, ganada por Maduro, no lo fue.

A Maduro le viene bien la iniciativa del Grupo de Contacto porque le permite ganar tiempo; Guaidó, en cambio, mira con desconfianza a esa iniciativa. Por eso, el Grupo de Contacto nace ya con fecha de caducidad: si en tres meses no consigue nada, se disolverá.