Análisis
La hora de Ursula von der Leyen
Jesús Torquemada
El Parlamento Europeo le ha enseñado los dientes varias veces a Von der Leyen.
Ursula von der Leyen empezará su mandato como presidenta de la Comisión Europea el 1 de diciembre, con un mes de retraso. Bueno, lo empezará si consigue hoy la aprobación del Parlamento Europeo a la nueva Comisión; se espera que el Parlamento diga que sí, pero hay expectación por saber con cuántos votos.
Primero, el día que votó su nombramiento como presidenta de la Comisión Europea: salió adelante con una mayoría de nueve votos. Después, el Parlamento derribó a tres candidatos a comisarios y hubo que buscar otros nuevos. Eso ha motivado que la nueva Comisión, que debería haber empezado su mandato el 1 de noviembre, lo vaya a hacer con un mes de retraso.
Además, hay otra anomalía: va a ser una Comisión con solo 27 miembros, no con 28, porque no va a haber un comisario británico. Tendría que haberlo, porque el Reino Unido todavía está dentro de la Unión Europea y está obligado a nombrar un comisario. Pero Boris Johnson, en plena campaña electoral británica, se ha negado a escoger uno. Todos los demás socios se han hecho los locos y han optado por seguir adelante, aunque es peligroso desde el punto de vista legal. Cualquier ciudadano europeo podría ir a los tribunales europeos a denunciar a la nueva Comisión por no estar constituida de manera correcta.