Análisis
La escasez de suministros de gasolina en el Reino Unido puede durar hasta Navidades
FELIPE ETXEBARRIA | EITB MEDIA
Boris Johnson reconoce indirectamente el brexit como el origen de falta de suministro. La situación es particularmente grave en Londres y en todo el sudeste de Inglaterra.
No ya semanas, como decía el gobierno británico hasta hace poco, sino meses es lo que puede durar la actual escasez de suministro en las gasolineras y de algunos productos en los supermercados británicos, según lo ha reconocido el propio primer ministro Boris Johnson antes del comienzo del Congreso del Partido Conservador en Manchester.
A falta de camioneros suficientes, siguen produciéndose largas colas ante las gasolineras. Cuando circula un rumor de que a alguna gasolinera ha llegado un camión con suministro de combustible, inmediatamente se producen filas kilométricas de vehículos que en pocas horas llegan a vaciar completamente los surtidores. La situación es particularmente grave en Londres y en todo el sudeste de Inglaterra.
Muchos de los camioneros extranjeros volvieron al continente cuando entró el vigor el brexit, dejando al Reino Unido con un enorme déficit de transportistas. Pero hasta ahora Boris Johnson ha ignorado deliberadamente al brexit como la causa principal de la crisis de suministro, pese a que todos los medios de comunicación, incluidos los norteamericanos The New York Times y el The Washington Post, indicaban en esa dirección.
Ahora, sin embargo, Boris Johnson reconoce indirectamente el brexit como el origen de este caos, al admitir en una entrevista a la BBC que el Reino Unido necesita un periodo de transición para adaptarse a la nueva situación.
Pero, pese a algunas medidas excepcionales ya prometidas para atraer a camioneros europeos, Boris Johnson no tiene la intención de aflojar la restrictiva política de inmigración puesta en marcha con el brexit. Lo ha justificado con una buena dosis de cinismo al afirmar que abriendo las puertas a la inmigración "los sueldos de los trabajadores británicos no subirían ni la calidad de los puestos de trabajo mejoraría". Un primer ministro conservador, preocupado de que los sueldos de los trabajadores y de que sus condiciones de empleo mejoren. ¡Toda una sorprendente revelación!