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Análisis

Escalada de Rusia en la guerra de Ucrania

Felipe Etxebarria

La movilización militar parcial de 300.000 reservistas supone poner al país y a su economía en pie de guerra mientras continúa la invasión de Ucrania. Significa también que empresas y ciudadanos rusos tienen que contribuir con una mayor aportación al esfuerzo de la guerra.

El anuncio de movilización parcial por parte del presidente ruso, Vladimir Putin, se produce en un momento en el que avanza la contraofensiva de Ucrania en el nordeste y el sur del país que avanza para recuperar el territorio perdido, y a las puertas de un invierno que se teme será duro.

La movilización militar parcial de 300.000 reservistas supone poner al país y a su economía en pie de guerra mientras continúa la invasión de Ucrania. Significa también que empresas y ciudadanos rusos tienen que contribuir con una mayor aportación al esfuerzo de la guerra. De hecho, Putin ha anunciado también que destinará más recursos económicos a la producción de armas, después de haber perdido una gran cantidad de armamento en su retirada de las zonas recuperadas por Ucrania.

Los casi siete meses de guerra han dejado en evidencia que el personal militar ruso desplegado en la invasión de Ucrania es insuficiente, y además su moral se está resintiendo, según numerosos testimonios. Precisamente este martes la Duma, o Parlamento ruso, ha aprobado leyes que endurecen los castigos por deserción y otros crímenes cometidos bajo la ley marcial y conflictos armados.

Algunos observadores como Timothy Ash de Blue Bai Asset Management sostienen que esta movilización parcial tendrá pocos efectos sobre el campo de batalla a corto plazo. Se plantea también la cuestión de como armará Putin a estos 300.000 nuevos soldados, cuando Rusia tiene ya problemas para reequipar a los soldados que, sobre el terreno, están en retirada.

La movilización parcial se produce el día después del anuncio por parte de Moscú de llevar a cabo a finales de este mes de referéndums sobre la adhesión a Rusia en cuatro de las regiones del este de Ucrania – Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiya- lo que permitiría al Kremlin invocar la defensa de su territorio para continuar la guerra. Occidente ya ha anunciado que no reconocerá el resultado de esas consultas realizadas, dicen, sin ningún tipo de garantías democráticas.

Esta escalada de Rusia se produce cuando en la Asamblea General de la ONU en Nueva York se han oído numerosas críticas de la comunidad internacional contra la invasión de Ucrania.

Incluso el ministro chino de exteriores Wang Yi llamaba a poner fin al conflicto a través del diálogo.

 

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