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Análisis

Macron rompe un tabú con la autonomía a Córcega

Felipe Etxebarria

La promesa supone una victoria para las fuerzas nacionalistas de la isla. El presidente francés ha hablado de una autonomía similar a la que goza la isla italiana de Cerdeña, que podría servir de modelo para la isla vecina.

El presidente francés Emmanuel Macron ha roto un tabú en Francia al prometer una atonomia política a la isla de Córcega, tras más de 50 años de resistencia a esta reivindicación. Esto supone una victoria para las fuerzas nacionalistas de la isla. Macron ha hablado de un "momento histórico" cuando se ha dirigido al parlamento regional de Ajaccio, y se ha mostrado a favor de un cambio en la constitución de Francia. "Córcega necesita una mayor libertad", ha dicho el presidente frances. El jefe del Estado galo es favorable a que las particularidades de la comunidad corsa sean reconocidas en la Constitución, incluido el idioma. El corso tendría así estatus de cooficialidad en la isla.

¿Qué proceso se espera ahora para construir esa autonomía? 

La autonomía se entiende como la transferencia de una serie de competencias del Estado a la isla, todo bajo la supervisión del Consejo de Estado y del Consejo constitucional.

Los grupos políticos de la isla deberán ponerse de acuerdo sobre un texto que será incluido en la Constitución. Previamente, ese texto deberá aprobarse en referéndum o por una mayoría de 3/5 en las dos cámaras del Parlamento. Pero los republicanos, que tienen mayoría en el Senado, no están muy de acuerdo en otorgar esa autonomia, porque en su opinión reforzaría el movimiento independentista en otras regiones de Francia como Alsacia, Bretaña, Cataluña o el País Vasco.

Para la derecha, supone una amenaza de desmembramiento de Francia. Además, según el jefe del grupo parlamentario de los republicanos, Bruno Retailleau, el reconocimiento de la lengua corsa, propuesto por Macron, supone cruzar una "línea roja".

Para el líder republicano, el ideal francés de igualdad de los ciudadanos corresponde también a la lengua. Francia había firmado la Carta para la protección de las lenguas regionales y minoritarias de la Unión Europea, pero París no la ha ratificado aún.

Macron habló de un reforzamiento de la lengua corsa en las escuelas públicas de la isla, con el objetivo de llegar a un bilingüismo real. De los 350 000 habitantes de la isla, solo 30 000 hablan el corso.

El presidente francés habló de una autonomía similar a la que goza la isla italiana de Cerdeña, que podría servir de modelo para la isla vecina.

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