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Análisis

Aviso a Ucrania, desde Estados Unidos

Felipe Etxebarria

En Estados Unidos la ayuda militar a Ucrania no es ya una cuestión de política exterior, sino un conflicto interno entre los miembros conservadores del Partido Republicano. Ello podría tener consecuencias también en Europa.

En Washington la ayuda militar a Ucrania no es ya una cuestión de política exterior, sino un asunto de lucha partidista interna. Ello podría tener consecuencias también en Europa.

No es sorprendente que esta ayuda militar a Ucrania se haya convertido en los últimos días en la manzana de la discordia en la lucha por el poder dentro del Partido Republicano, y que supera el marco de las negociaciones sobre el presupuesto federal.

Hasta ahora, la ayuda Occidental a Ucrania ha estado liderada por Estados Unidos. Los europeos han sido militarmente más débiles para ayudar solos a Kiev frente a la invasión rusa.  Cuando algunos estados de la UE, como Hungría y ahora probablemente también con el nuevo gobierno populista de Eslovaquia, se han desvinculado de la alianza con Kiev, se ha debilitado la posición de Bruselas en la esfera internacional. Pero lo realmente crítico seria que Estados Unidos suspendiese su ayuda a Ucrania.

Todavía no se ha llegado a ese punto. Pero el conflicto interno entre los miembros conservadores del Partido Republicano, que piden que esa ayuda a Ucrania sea destinada a proteger la frontera estadounidense con México, y el presidente de la Cámara de Representantes, del mismo partido, alberga ese riesgo, sobre todo si se tiene en cuenta que el debate está influido entre bastidores por Donald Trump. Lo más probable es que se llegue un acuerdo entre los centristas del Partido Republicano y el Partido Demócrata para seguir ayudando a Ucrania, a cambio de algunas medidas para reforzar la frontera sur del país.

En cualquier caso, la ayuda a Ucrania comienza a generar dudas también entre algunos aliados europeos de Kiev, como se ha visto en la reciente campaña electoral de Polonia. Y si Donald Trump volviera al poder en EE.UU., hasta la propria existencia de la OTAN estaría en cuestión, ya que el expresidente norteamericano ha vuelto a criticar la escasa contribución que los países europeos realizan a la Alianza Atlántica.