Una decisión lógica

La decisión de Rodolfo Ares de dejar su responsabilidad al frente del Departamento de Interior responde a la máxima de que la mujer del César no sólo tiene que ser honesta, sino aparentarlo. Una vez que su partido ha decidido ponerle al frente de la coordinación de la campaña, esta tarea resulta incompatible con ser el responsable institucional del proceso electoral que corresponde al consejero de Interior. Salvando las distancias, es una decisión similar a la tomada por Alfredo Pérez Rubalcaba, que dejó inmediatamente su responsabilidad como ministro una vez proclamado candidato del PSOE en las pasadas elecciones generales.

Rodolfo Ares ha sido un pilar fundamental del Gobierno presidido por el lehendakari López. Era, de facto, el número dos, y a su tarea como responsable de la Ertzaintza, se ha unido la de la coordinación interna del Ejecutivo. Su peso de cara a la opinión pública quizá fue mayor durante la primera parte de la Legislatura, cuando el Gobierno acentuó su acción de "tolerancia cero" frente a la simbología del mundo radical. Ares ha vivido al frente de Interior un hito histórico como el anuncio del final de ETA, y su momento más complicado durante los acontecimientos que rodearon a la muerte de Iñigo Cabacas, un asunto de la máxima gravedad que aún sigue sin esclarecerse.

El PSE-EE tiene en Ares a todo un experto en organización de campañas. La decisión de López y Ares de situar a éste al frente de la coordinación electoral indica que ambos piensan que todavía "hay partido" y que están dispuestos a jugarlo hasta el minuto 90. De hecho, la cúpula socialista cree que, pese a las encuestas, hay todavía un significativo número de votantes indecisos y que, por tanto, la última palabra no está aún escrita.

En la última comunicación mantenida hoy con el ministro del Interior para anunciarle su decisión, Ares ha transmitido a Fernández Díaz su preocupación por las decisiones de prohibir las manifestaciones y concentraciones de apoyo al preso de ETA Josu Uribetxebarria. Estas decisiones alimentan el victimismo de la izquierda abertzale, según Ares, y "le hace la campaña a EH Bildu".