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Elecciones Europeas

La extrema derecha europea afronta dividida las próximas elecciones

FELIPE ETXEBARRIA

El choque entre los diferentes grupos de extrema derecha condicionaría los resultados de las próximas elecciones al Parlamento de Europa.

Las recientes declaraciones del líder de la extrema derecha alemana AfD, Alternativa para Alemania, han generado una división en la extrema derecha europea. Su líder Maximilian Krah había manifestado al periódico italiano La Repubblica que en las SS, el grupo paramilitar de los nazis, "no todos fueron criminales". Al ver la repercusión que tuvieron esas declaraciones, dimitió de la dirección del partido, pero sigue siendo cabeza de lista de esta formación.

La reacción del partido de extrema derecha de Francia, Agrupación Nacional, ha sido fulminante. Sus dirigentes han asegurado que no se sentarán en el mismo grupo que la extrema derecha alemana, tras las elecciones europeas de junio. Su líder Marine Le Pen, que ha estado lavando durante años la imagen de su partido con mensajes más centristas, ha confirmado la necesidad de una "ruptura clara" respecto a AfD, al que ha acusado de ser rehén de los elementos más ultras del partido.

En el Parlamento Europeo ambos partidos son las fuerzas dominantes del grupo euroexcéptico Identidad y Democrácia (ID)en el que están incluidos La Liga de Italia de Matteo Salvini, el Partido de la Libertad (FPÖ) de Austria y el Vlaams Belang de Bélgica. Los sondeos pronostican que este grupo pasaría de los 59 escaños a los cerca de 85 representantes. Está por ver quién quedará excluido del grupo tras los comicios.

El otro grupo parlamentario de extrema derecha es el de los Conservadores y Reformistas Europeos, críticos pero más pro-europeos que ID. Este grupo, en el que están los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, Ley y Justicia de Polonia, Vox de España y los Demócratas de Suecia y Finlandia, alcanzaría 75 escaños, según las encuestas.

El choque entre los diferentes grupos de extrema derecha y dentro de ambos grupos parece inevitable, lo que llevaría a la formación de nuevos grupos.

En el caso de la extrema derecha alemana, las encuestas predecían que sería a segunda fuerza del país en los comicios europeos, pero sus apoyos se han reducido fuertemente tras saberse que en una de sus reuniones se planteó la deportación masiva de alemanes de origen extranjero. También se ha señalado que en sus filas hay agentes de Rusia y China. El propio Krah, que pese a haber dimitido de la dirección del partido, sigue siendo cabeza de lista del partido, está siendo investigado por sus vínculos con Rusia y China.

En Francia, sin embargo, las encuestas pronostican, que el partido de Le Pen ganará estas elecciones con el 31 % de los votos, más del doble que la coalición centrista de Macron.