Victoria de Chávez, triunfo bolivariano

La victoria electoral de Hugo Chávez en Venezuela significa una consolidación del bloque de izquierdas latinoamericano. Ese grupo formado por Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua tiene un peso político importante en aquel continente.

Salvo en el caso de Cuba, no se trata de una izquierda marxista, sino más bien populista, pero de todas formas en esos países se están haciendo unas políticas sociales típicas de la izquierda.

El caso de Venezuela es el más evidente. Chávez utiliza el dinero del petróleo para dar ayudas sociales a los más pobres. En lugar de recortar las ayudas, las aumenta. Es cierto que eso crea una dependencia política, que mucha gente le vota a Chávez simplemente porque le da dinero. Vale, pero ¿por qué no hizo lo mismo la clase política que gobernó Venezuela antes de Chávez? ¿Por qué no usaron el dinero del petróleo para ayudar a los pobres?

Chávez ha sido más listo y se ha garantizado la continuidad en el poder. Y la victoria de Chávez implica que también el ecuatoriano Correa lo tiene más fácil en las elecciones del próximo febrero, y que el cubano Raúl Castro podrá seguir contando con los cien mil barriles de petróleo que Chávez le regala a diario y que son vitales para la economía de Cuba.

Venezuela es la clave del bloque de izquierdas; la caída de Chávez habría supuesto el fin de la revolución bolivariana, graves dificultades económicas para Nicaragua y Cuba y un aislamiento político para Ecuador y Bolivia.

Además, viendo que el modelo funciona, otros gobernantes están tentados de seguir ese camino. El ejemplo más evidente es la argentina Cristina Fernández, que ya está promoviendo una reforma en la Constitución para poder presentarse a un tercer mandato.

Tras la victoria de Chávez, hay izquierda populista para rato en Latinoamérica.