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Crisis en Fagor

Un pequeño taller de Gasteiz vio nacer Fagor Electrodomésticos en 1956

IKER GÓMEZ | EITB.COM

Cinco jóvenes estudiantes adquirieron un taller de hornillos en Vitoria para empezar a fabricar electrodomésticos. No se imaginaban que aquella idea desembocaría en la empresa líder del Estado.

Un trabajador de Fagor Electrodomésticos. EITB.

Alfonso Gorroñogoitia, Luis Usatorre, Jesús Larrañaga, José María Ormaetxe y Javier Ortubai. Son los cinco nombres que se esconden tras el nacimiento de Fagor Electrodomésticos, hace ya 57 años.

Los cinco jóvenes estudiantes de la escuela profesional Mondragón decidieron adquirir un pequeño taller de hornillos de petróleo en Vitoria-Gasteiz para empezar a fabricar electrodomésticos. No se imaginaban que su idea desembocaría en la empresa de electrodomésticos más importante del Estado y que llegaría a ser un referente a nivel mundial, así como el buque insignia de la Corporación Mondragón.

Bajo el nombre de Talleres Ulgor (proviene de las iniciales de sus apellidos), se trasladan a Mondragón y, posteriormente, imbuidos por las ideas del sacerdote José María Arizmendiarreta, la empresa pasa a ser una cooperativa. Al registrarla, surgiría Fagor, aunque hasta la década de los 90 seguiría siendo conocida por el nombre de Ulgor.

La vanguardia técnica es una de las claves de su éxito. En 1978 lanza el primer horno microondas y Fagor resulta pionera en lanzar la garantía de 5 años en los electrodomésticos.

Sin embargo, no todo fue un camino de rosas: en 1971 se vio obligada a  cambiar sus estatutos, ya que no contemplaban lo que ocurrió entonces, un año sin beneficios. En la década de los 80, la crisis azota fuertemente al sector, aunque en aquella época logró capear el temporal.

Fagor se internacionalizó en 1994. Abrió una planta de frigoríficos en Marruecos y, tres años después, se erigía como el primer fabricante del Estado y el sexto del mundo. La siguiente parada fue Polonia (1999), y después vendrían China, Francia o Italia.

Los problemas empiezan a vislumbrarse en los primeros años de la crisis, con la explosión de la burbuja inmobiliaria. Desde 2007, las ventas de Fagor Electrodomésticos han caído un 37% y desde 2008 su plantilla se ha visto mermada a la mitad, pasando de los 10.000 empleados de entonces a los 5.642 trabajadores actuales, repartidos en 13 plantas (cinco de ellas en la CAV: dos en Arrasate y una en Basauri, Bergara y Eskoriatza). Sólo en Euskadi, cuenta con cerca de 1.600 trabajadores.

En el primer semestre de 2013, el grupo ha perdido 60,4 millones de euros, lo que triplica el resultado negativo del mismo período de 2012, cuando la cooperativa perdió 20,3 millones.

Ahora, arrastrado por la crisis en el sector inmobiliario, Fagor Electrodomésticos escribe la que probablemente es la página más amarga de su historia, al haber entrado en concurso de acreedores.

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