Huelga en la enseñanza
Los sindicatos exigen en las calles un "retorno presencial, seguro y negociado"
agencias | redacción
Los convocantes cifran el seguimiento en un 70 %. El Departamento de Educación, por su parte, afirma que un 41,9 % del personal de la red pública ha secundado la huelga.
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Euskaraz irakurri: Sindikatuek "ikasgeletara itzulera seguru eta adostu" bat eskatu dute kaleetan
Miles de personas han salido esta mañana a la calle en las capitales vascas para reclamar un "regreso seguro y acordado" a las aulas frente a la COVID-19, en el marco de la jornada de huelga convocada por los sindicatos ELA, LAB, Steilas, CC. OO. y UGT en la enseñanza no universitaria de Euskadi, cuyo seguimiento los convocantes han calculado en torno a un 70 %. El Departamento de Educación, por su parte, asegura que, con la información de un 89 % de los centros públicos, la respuesta ha sido del 41,9 %.
La huelga ha afectado a cerca de 372 000 alumnos que cursan sus estudios en las distintas etapas educativas de la enseñanza no universitaria, pública y privada-concertada, en la que trabajan unas 40 000 personas.
Al llamamiento se han sumado los sindicatos representados en las subcontratas del ámbito educativo, en los servicios de limpieza, comedores escolares y transporte escolar, donde trabajan cerca de 10 000 personas.
En el marco de la jornada de huelga, los sindicatos han sacado sus reivindicaciones a la calle en manifestaciones desarrolladas en Bilbao, San Sebastián y Vitoria-Gasteiz, en las que también han tomado parte integrantes del movimiento estudiantil, de ESO y Bachiller.
Datos de seguimiento
Según recogen los sindicatos en sus páginas web, el seguimiento de la huelga ha sido del 70 % entre los trabajadores y trabajadoras. "A pesar de los intentos del Gobierno de obstaculizar la huelga y las movilizaciones, la jornada de paro ha contado con un amplio respaldo", aseguran.
La participación en las manifestaciones celebradas en las tres capitales vascas ha sido "muy destacable": 8.000 personas se han manifestado por las calles de Bilbao; 5.000, en Vitoria-Gasteiz y 4.000, en San Sebastián, según los sindicatos. Manifestaciones a las que se han sumado, también, asociaciones de padres y madres de colegios y movimientos estudiantiles.
Así las cosas, la totalidad de los sindicatos del sector exigen al Departamento de Educación que "asuma de una vez por todas la responsabilidad que la situación requiere y ponga en marcha medidas para garantizar un curso presencial seguro y consensuado, así como recursos para garantizar la salud y la educación de calidad". En caso contrario, adelantan que seguirán adelante con las movilizaciones.
La totalidad de los sindicatos del sector exigen bajada de ratios y aumento de plantillas en todos los colectivos de trabajadores y trabajadoras; personal de limpieza, cocineros/as, educadores infantiles 0-3, especialistas en atención de necesidades especiales, monitores/as de comedores y transportes y profesoras y profesores; dotar a los centros escolares de EPIs, como recoge el protocolo, especialmente en el caso de las especialistas de apoyo; 3m2 y 1,5 metros de distancia por persona en las aulas, con un máximo de 10-15 alumnos/as por aula (una proporción menor en las escuelas infantiles).
También exigen medidas y recursos para reducir la brecha tanto tecnológica como la del euskera; garantizar el servicio de comedor para todo el alumnado; adaptar y reducir el currículo teniendo en cuenta también las necesidades emocionales del alumnado; establecer medidas de protección del personal en situación de vulnerabilidad y sensibilidad y permiso retribuido para la conciliación.
Por su parte, el Departamento de Educación del Gobierno Vasco ha informado a través de un comunicado que, según los datos remitidos por las direcciones de los centros educativos, y disponiendo de información del 89 % de los centros, un total de 8203 profesores y profesoras han ejercido su derecho a la huelga, de los 19 553 de los que se disponen datos (del total de los cerca de 23 000 docentes de la red pública).
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno Vasco, su portavoz, Bingen Zupiria, ha precisado que el Ejecutivo no desea entrar en "una guerra de cifras" sobre el seguimiento de la huelga.
Zupiria ha asegurado que comparte "la preocupación" de los profesionales del sector de enseñanza y se ha comprometido a "tomar todas las decisiones" necesarias para garantizar el derecho a la educación y "siempre que se pueda de forma presencial". Asimismo, ha advertido de que "el reto, más que comenzar el curso, es tener presente que hemos optado por la educación presencial y ser conscientes de que es una maratón".
"La autocrítica la debemos realizar permanentemente", ha añadido.
Diferencias entre centros
En las primeras horas, la convocatoria ha tenido un amplio seguimiento en algunos centros, mientras que en otros ha imperado la normalidad. En el colegio Aldapeta Maria ikastetxea de San Sebastián, por ejemplo, los alumnos tienen hoy un día de clase habitual. Así, Itziar Iturrioz, miembro del equipo directivo de este centro, ha explicado en Euskadi Irratia que, aunque puede haber motivos para la huelga, el contexto no es el adecuado.
En el instituto Ekialdea de Vitoria-Gasteiz, dos tercios de los profesores se han sumado a la huelga, según ha informado su director, Pello Salazar. Asimismo, han acudido al centro menos alumnos de lo previsto y algunos de ellos han decidido regresar a casa al ver la situación.
En Bilbao, en la ikastola Kirikiño de Txurdinaga también hay madres y padres que no han llevado a sus hijas e hijos a la escuela, y el efecto de la huelga se ha notado más en primaria.
En la escuela de Atxuri, la huelga ha tenido un amplio seguimiento por la mañana. La mayoría de los profesores, el 90 %, se han sumado a la huelga, y a través de un comunicado a las puertas del centro escolar han anunciado que hoy no habrá servicio escolar. En este sentido, la profesora Garazi Pizarro ha explicado a los padres que los "grupos burbuja" creados para proteger a los alumnos no se pueden garantizar hoy. Por ello, hoy el centro sólo estará abierto para labores de gestión, ya que no pueden garantizar una atención adecuada.
En la ikastola Lauro de Loiu, en cambio, la normalidad ha sido la tónica general, con la llegada de numerosos autobuses a primera hora.
Ikastolas y Kristau Eskola
El apoyo ha procedido mayoritariamente de los trabajadores de la red pública, mientras que en los centros privados-concertados la incidencia ha sido menor y muchos alumnos han recibido sus clases con la "normalidad" que los actuales tiempos de pandemia impone, entre mascarillas, hidrogeles y distancias entre alumnos.
Según la patronal de la concertada Kristau Eskola, en sus centros el seguimiento ha sido del 2 por ciento.
En las ikastolas, según fuentes del sector, la incidencia ha sido mayor, y en las subcontratas bastante alto.
Desencuentros
Los sindicatos llevan semanas criticando la gestión de la ya exconsejera Cristina Uriarte y denunciando que no ha habido contactos con el Departamento en los últimos meses.
En un intento de desconvocar la huelga, el nuevo consejero de Educación, Jokin Bildarratz, se reunió el pasado jueves con los sindicatos. Tras las reuniones, los representantes sindicales mostraron su decepción por el hecho de que el consejero de Educación no haya puesto "contenidos" concretos sobre la mesa para atender a sus reclamaciones. Por su parte, Bildarratz, advirtió de que la huelga "no aporta nada" y perjudicará especialmente a los alumnos que sufren una situación de mayor "debilidad", por lo que reiteró su disposición al "diálogo" para tratar de llegar a un acuerdo sobre medidas que se han de aplicar en el reinicio de la actividad docente presencial, en una situación "muy complicada".
En ese sentido, según datos facilitaros por el consejero de Educación el pasado viernes, una treintena de centros educativos de Euskadi tienen registrado algún caso de coronavirus entre sus trabajadores o alumnos, aunque hasta el momento solo cuatro de ellos han tenido que ser cerrados.
El propio lehendakari, Iñigo Urkullu, considero ayer "injustificada" la huelga y afirmó que la finalidad de este paro "no es la que se dice", sino que detrás hay una motivación de "crítica política" y búsqueda del "tensionamiento" ante el nuevo Gobierno Vasco, por lo que pidió un cambio de actitud para realizar un trabajo común y "arrimar el hombro entre todos" en la actual situación "imprevisible e imprevista". Este mismo lunes, en la apertura del curso académico de la UPV/EHU, Urkullu ha realizado un nuevo llamamiento a los sindicatos para que reconsideren la jornada de huelga, porque "es momento" de "arrimar el hombro y construir, no de confrontar y dividir".