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Pandemia

El FMI propone un impuesto "temporal" a las rentas altas para superar la crisis

EITB MEDIA | AGENCIAS

El Fondo Monetario Internacional considera que los países deberían imponer una “tasa covid” para que los ricos ayuden a superar la crisis económica que ha generado la pandemia.

La directora del FMI, Krisitalina Georgieva, en una imagen de archivo. Foto: EFE

Euskaraz irakurri: Krisia gainditzeko aberatsei aldi baterako zerga bat ezartzea proposatu du NDFk

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha propuesto que los países impongan un impuesto "temporal" a las rentas más altas y a los ricos destinado a financiar las necesidades relacionadas con la pandemia y con la crisis que conlleva, que ha provocado el aumento generalizado de los niveles de déficit y de deuda.

"Para ayudar a hacer frente a las necesidades de financiación relacionadas con la pandemia las autoridades podrían considerar un contribución temporal para la recuperación poscovid aplicada sobre las rentas altas y la riqueza", ha señalado Vitor Gaspar, director del Departamento de Asuntos Fiscales del FMI en rueda de prensa.

Según ha explicado, este fondo encauzaría los recursos necesitados para mejorar el acceso a los servicios básicos y asegurar las redes de seguridad social, entre otros.

Gaspar ha reconocido que "las desigualdades preexistentes han amplificado el impacto adverso de la pandemia y, a la vez, la covid-19 ha agravado las desigualdades", lo que supone "un círculo vicioso de desigualdad que podría dar lugar a un quiebre social y político".

El nuevo informe "Vigilancia Fiscal" del FMI destaca que el enorme apoyo fiscal desplegado por las autoridades ha evitado recesiones más graves y mayores pérdidas de empleo.

No obstante, advierte de que los déficit y la deuda públicas se ha disparado a niveles sin precedentes. En general, la media de déficit respecto al PIB en 2020 alcanzó el 11,7% en 2020 en las economías avanzadas, el 9,8 para los países emergentes y el 5,5% para los de bajos ingresos.

El FMI ha presentado el informe en el marco de la asamblea de primavera que celebra virtualmente de manera conjunta con el Banco Mundial, y donde elevó las previsiones de crecimiento económico global al 6%, frente al 5,5% anticipado tres meses atrás aupado por el repunte de China y Estados Unidos.