Votación del decreto ley
El Congreso de los Diputados avala, sin cambios, el recorte a las eléctricas
Agencias | EITB MEDIA
Así, además del PSOE y Unidas Podemos han apoyado el decreto ley ERC, EH Bildu, CUP, Más País-Equo, BNG, Compromís, Teruel Existe, PRC y Nueva Canarias. El PNV, Junts y el PDeCAT se han abstenido.
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Euskaraz irakurri: Diputatuen Kongresuak konpainia elektrikoei murrizketak aplikatzea babestu du, aldaketarik gabe
El Pleno del Congreso ha convalidado este jueves el decreto ley de recorte de beneficios extraordinarios de las eléctricas por el sobrecoste del gas no asumido, y ha aprobado su tramitación sin cambios al rechazar que su admisión como proyecto de ley.
Así, además del PSOE y Unidas Podemos, fuerzas que integran el Gobierno de coalición y que suman 155 votos, han apoyado el decreto ley Esquerra Republicana (13), EH Bildu (5), CUP (2), Más País-Equo (2), BNG (1), Compromís (1), Teruel Existe (1) y PRC (1) y Nueva Canarias (1).
Un total de 182 diputados, por encima de la mayoría absoluta, frente al rechazo de los 152 diputados del PP (88 diputados), Vox (52), Ciudadanos (9), UPN (2) y Foro Asturias (1). El PNV (6), Junts (4) y el PDeCAT (4) se han abstenido.
Durante su defensa del decreto ley, la vicepresidenta para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha recalcado el carácter temporal de la mayoría de medidas incluidas --el recorte a la sobrerretribución es hasta el 31 de marzo--, pero ha asegurado que trabaja para no aplicarlo al suministro de energía a las industrias a "precios razonables".
Más tarde, la vicepresidenta ha aclarado que negocia con la industria y con las eléctricas las condiciones de suministro a las plantas para favorecer contratos a medio y largo plazo a precios estables, anteriores a la actual escalada de precios.
A estas alturas, asegura que "las previsiones de septiembre (cuando se aprobó este decreto ley) han quedado desfasadas", algo que "obliga a revisar medidas adoptadas ya" y "adaptarlas".
Todo ello durante la defensa en la Cámara Baja del decreto ley con un plan de choque frente a la escalada de precios de la electricidad, y cuya principal medida es el recorte a los beneficios extraordinarios de las eléctricas, que sin asumir el sobrecoste del gas en los mercados internacionales, han recibido retribuciones muy por encima de sus costes de generación por este alza.
En el debate parlamentario, la izquierda parlamentaria ha aplaudido las medidas, si bien han lamentado que tengan carácter temporal y que no vayan más allá.
"Lo que puede hacer caer al Gobierno es que se siga dejando a las eléctricas ganar todo el dinero a costa de las clases populares. Fueron las clases populares las que pusieron a este Gobierno y no las eléctricas", ha reivindicado Oskar Matute, asumiendo una "situación de secuestro" y "chantaje" por parte de las grandes compañías.
Aun concediendo que el sistema marginalista debe ser revisado y que hay que evitar que las eléctricas con diferentes centrales "jueguen con ellas", activándolas y paralizándolas "para lograr más beneficio" o incluso "modificar los precios", el PNV ha asegurado que el decreto "si no se modula o se corrige", acabará consiguiendo "el efecto contrario" al perseguido.
"No se trata de ceder, sino de modular para no perjudicar al precio fijo", ha dicho su portavoz económica, Idoia Sagastizabal, en referencia a los contratos bilaterales de la industria a precios estables y de larga duración.