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Terremoto

La ayuda llega a las zonas más golpeadas en Nepal

AGENCIAS | REDACCIÓN

Una joven ha sido rescatada tras 128 horas atrapada en la planta baja de la pensión Janasewa en la zona de Gongabu de Katmandú. Fue liberada tras nueve horas de trabajo.

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La ayuda a los afectados comenzaba hoy a llegar a las zonas más golpeadas fuera de Katmandú, seis días después del terremoto que azotó Nepal, donde Naciones Unidas ha constatado que innumerables aldeas han quedado literalmente aplastadas y sigue aumentando la dimensión del desastre.

El número de víctimas sigue subiendo, con 6.250 muertos y 14.357 heridos según el último recuento ofrecido por el Ministerio del Interior nepalí.

El resto del mundo se enteraba por las imágenes que llegaban desde la capital nepalí de la tragedia del seísmo que asoló el sábado el país de los Himalaya, pero en las faldas de las montañas más altas del mundo el dolor se extendía sin que nadie pudiera llegar a socorrer a los damnificados hasta ahora.

Rescatada tras 128 horas

Una mujer de 24 años fue rescatada tras permanecer 128 horas atrapada bajo los escombros de un edificio en Katmandú derrumbado por el terremoto de 7,8 grados que golpeó el pasado sábado Nepal, ha informado hoy una fuente policial.

Krishna Kumari Khadka se encontraba atrapada en la planta baja de la pensión Janasewa en la zona de Gongabu de la capital, y fue liberada tras nueve horas de trabajo el jueves por la noche por equipos de rescate de Nepal, Israel y Noruega, dijo el inspector de Policía Debi Prasad Poudel al diario local My Republica.

Kumari es el último rescate tras el seísmo, después de que en los últimos días se llevasen a cabo otros en situaciones inverosímiles.

Un niño de 15 años, Pemba Lama, fue rescatado el jueves entre vítores 120 horas después de quedar aprisionado en las ruinas del edificio de siete plantas en que trabajaba en una pensión, situada también en el área de Gongabu.

El martes, un joven de 28 años, Rishi Khanal, fue rescatado tras permanecer 82 horas atrapado bajo los escombros de un edificio en la capital nepalí. Khanal pagó con la amputación de una pierna la vida ganada.

En otro rescate ocurrido el lunes, una mujer parapléjica de 32 años pudo ser sacada viva tras 50 horas entre los escombros de su vivienda en Katmandú.

Reconstrucción: 1.700 millones de euros

El ministro de Finanzas de Nepal, Ram Sharan Majat, ha estimado que el coste inicial de la reconstrucción del país ascenderá a 1.700 millones de euros, una cantidad difícilmente asumible para el Gobierno nepalés, que ha solicitado la ayuda internacional al estar convencido de que esta cifra puede dispararse conforme aumente la precisión de la evaluación de los daños.

"La escala de la reconstrucción no va a tener precedentes", ha añadido el alto cargo del Ministerio del Interior Laxmi Prasad Shakal. "Todavía no hemos sido capaces de evaluar el daño producido en las zonas más remotas que han quedado completamente devastadas", ha dicho.

Por poner un ejemplo, la devastación en Chautara es total, en el noreste de Katmandú, frontera con China, varios testigos aseguran que ocho de cada diez edificios de la región han quedado completamente arrasados.

Un grupo de nepalíes remueven una roca del antiguo templo Mahadev Mandir en la plaza Durbar de Bhaktapur. Foto: EFE

6.200 muertos y casi 14.000 heridos

El número de muertos por el terremoto que el pasado sábado azotó Nepal supera los 6.200 y los heridos son casi 14.000, según el último recuento ofrecido hoy por el Ministerio del Interior nepalí.

Al menos 130.000 viviendas han resultado totalmente dañadas y cerca de 85.800 parcialmente, de acuerdo con este organismo.

El seísmo ha ocasionado cerca de 2,8 millones de desplazados en un país con una población de 28 millones de habitantes, según datos de organismos de Naciones Unidas, que estiman que son necesarios durante los próximos tres meses unos 415 millones de dólares en ayuda de urgencia, de los que ya se han recibido más de 22 millones.

Éxodo en Katmandú

Cientos de miles de personas abandonan el valle de Katmandú por la destrucción y el miedo a epidemias, pero organizaciones humanitarias como Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras advierten de que la situación es peor en las zonas rurales.

Alrededor de 400.000 personas han abandonado Katmandú, donde miles de ellas continúan viviendo en las calles y los hospitales siguen saturados, aunque los comercios abren poco a poco y la electricidad se empieza a recuperar cinco días después del terremoto.

Pero mientras miles de personas intentan salir de la capital, otras tantas luchan por llegar a Katmandú en busca de alimentos y atención médica desde áreas remotas afectadas por el seísmo que han estado incomunicadas por carretera.

Ayuda y rescate

La ayuda cae a cuentagotas en los campamentos de las ciudades alrededor de la capital, según denuncian cientos de personas que han optado por un sistema de autoorganización para sobrevivir.

 

 

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