Crisis
Hungría dice que el problema de refugiados no es europeo, sino alemán
agencias | redacción
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha instado hoy a los países de la Unión Europea (UE) a aceptar una "justa" redistribución de al menos 100.000 refugiados.
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El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha afirmado hoy que el problema de la crisis de refugiados y de migración "no es europeo, sino alemán", y ha explicado que no deja que esas personas abandonen Hungría porque tienen que ser registradas tal y como exige Berlín y Viena y las regulaciones.
"No es una cuestión de estrategia. Tenemos unas regulaciones muy claras y los cancilleres de Austria y Alemania han dicho claramente que nadie puede salir sin haber sido registrado. No es una estrategia, es cumplir la legislación", ha dicho Orbán tras reunirse con el presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz.
"Entre nosotros, el problema no es europeo; es un problema alemán. Nadie quiere permanecer en Hungría. No tenemos ningún problema con los que quieren quedarse, pero nadie quiere permanecer. Tampoco en Eslovaquia, ni en Polonia ni Estonia. Todos quieren ir a Alemania y nuestro trabajo es registrar" a los refugiados, ha recalcado.
Orbán ha subrayado que las regulaciones como el código Schengen, el sistema Dublín y Frontex dicen "claramente que el control de las fronteras externas es la responsabilidad y la obligación de los Estados miembros", y los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han recalcado en la última cumbre esa necesidad.
Según Orbán, Schengen está en "riesgo" en estos momentos y por ello su país está tan comprometido con proteger las fronteras, y ha sostenido que lo que está ocurriendo "es una vergüenza, un caos y no es europeo".
Tusk pide aceptar a 100.000 refugiados
Por su parte, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha instado hoy a los países de la Unión Europea (UE) a aceptar una "justa" redistribución de al menos 100.000 refugiados y a doblar sus esfuerzos, también en términos de financiación.
"Aceptar más refugiados no es el único, pero sí un importante gesto de solidaridad real. Una distribución justa de al menos 100.000 refugiados entre los Estados miembros es lo que, de hecho, necesitamos hoy", ha dicho con motivo de su entrevista con el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.
"Si los líderes no demuestran buena voluntad, la solidaridad se convertirá en un eslogan vacío y será reemplazado por el chantaje político, las divisiones y un nuevo juego de culpabilizar", ha advertido Tusk.